Tegucigalpa – En medio de la crisis post-electoral que sacude a Honduras, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, protagonizó este martes un emotivo momento al recibir el respaldo unánime de los empleados electorales en las instalaciones del Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP).
La escena, cargada de tensión emocional, se desarrolló cuando López visitó las bodegas donde se encuentran los materiales electorales. A su llegada, fue recibida con una ovación espontánea y gritos de «¡Cossette! ¡Cossette! ¡Cossette! no estás sola, no estás sola, no estás sola…», en una clara muestra de apoyo a su gestión en medio de las acusaciones cruzadas con las Fuerzas Armadas.
Visiblemente conmovida, la funcionaria no pudo contener las lágrimas mientras agradecía el respaldo de los trabajadores. «Muchachos, ustedes tampoco están solos, vamos a salir triunfantes, el país depende de nosotros y vamos a prevalecer con la ayuda de Dios, él sabe lo que estamos haciendo, estamos apegados a la rectitud y la democracia depende de nosotros», expresó López con voz entrecortada, palabras que fueron nuevamente interrumpidas por los gritos de apoyo.
Este respaldo de los empleados ocurre en un contexto particularmente tenso, luego de que la presidenta del CNE denunciara públicamente a las Fuerzas Armadas de ordenar la paralización del transporte de material electoral durante las elecciones primarias y acusara a su compañero consejero, Marlon Ochoa, de «torturar» al personal de la institución con sus ataques.
La situación ha escalado hasta tal punto que, la misma tarde del respaldo, López interpuso una denuncia formal ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh). En su presentación, la funcionaria expresó que los empleados del CNE «se sienten expuestos, con miedo y que no saben qué les puede pasar», evidenciando el clima de intimidación que se vive dentro de la institución electoral.
Esta denuncia ante el Conadeh refleja la gravedad del conflicto institucional que se ha desatado tras los problemas logísticos de las elecciones primarias, revelando preocupantes niveles de tensión que podrían afectar el funcionamiento del organismo electoral de cara a los comicios generales de noviembre.
El respaldo del personal del CNE a su presidenta también podría interpretarse como un posicionamiento en el conflicto interno que enfrenta a los consejeros del órgano electoral, quienes han ofrecido versiones contradictorias sobre los acontecimientos del domingo y sus responsables.