Tegucigalpa – El problema de las pérdidas en la Empresa Nacional de Energía (ENEE) de Honduras es una preocupación significativa en el ámbito energético del país.
Actualmente, estas pérdidas representan el 38% de toda la energía generada y entregada por la ENEE, lo que significa que casi el 40% de la electricidad producida no se cobra ni se factura.
Esta cifra coloca a Honduras en la posición más alta de pérdidas de energía en toda la región centroamericana. La reciente terminación del contrato con la Empresa Energía Honduras (EEH) ha llevado a un llamado de atención por parte de expertos y exgerentes de la ENEE.
Salomón Ordoñez, exgerente de la ENEE, enfatiza la necesidad de reducir estas pérdidas como una prioridad inmediata. Señala que, en comparación, países como Costa Rica tienen pérdidas que oscilan entre el 12% y el 15%, lo que resalta aún más la magnitud del desafío que enfrenta Honduras.
Este experto destaca que el trabajo para reducir las pérdidas será arduo y requerirá años de esfuerzo disciplinado, pero es esencial para la estabilidad financiera de la ENEE.
Además, subraya que Honduras tiene una de las tasas de pérdida más altas de la región y que abordar este problema es crucial para el futuro de la empresa.
Samuel Rodríguez, especialista en temas energéticos, coincide en la importancia de centrarse en la reducción de pérdidas y evitar retroceder en los avances logrados.
También enfatiza la necesidad de fortalecer la atención al público y mejorar la gestión de la ENEE ahora que ha asumido todas las operaciones y servicios de facturación, lectura y distribución anteriormente a cargo de EEH.
En resumen, el desafío de reducir las pérdidas de energía es crucial para la estabilidad financiera de la ENEE en Honduras.
Esto requerirá un esfuerzo sostenido y disciplinado a lo largo de varios años, pero es esencial para garantizar un suministro eléctrico eficiente y sostenible en el país.
