Nueva York. – La Organización de Naciones Unidas (ONU), advirtió que las enormes nubes de langostas que devastan los cultivos en varios países de África oriental podrían convertirse en la peor infestación que ha sufrido la región en décadas.
Los países que ya se han visto afectados o que corren el riesgo de verse afectados son Kenia, Somalia, Etiopía, Uganda, Sudán del Sur, Eritrea y Yibuti.
Los expertos afirman que el incremento de las temperaturas y de las precipitaciones debido a la crisis climática está provocando el aumento de las nubes de langostas.
Una pequeña nube puede llegar a consumir en un solo día alimentos suficientes para 35 mil personas.
En ese sentido, la ONU urgió a los donantes a aportar de manera urgente fondos para frenar en África Oriental la actual plaga de langostas, que prendió las alarmas por el daño que podrían causar en países vulnerables. Abecé para entender lo que está ocurriendo.
Las langostas son insectos que se mueven en enjambres «del tamaño de Manhattan» y que son capaces de comer en un solo día tanto como toda la población de Kenia, que equivale a casi 50 millones de personas.
Los más afectados son Etiopía, Kenia y Somalia, países en los que viven 13 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria, según la ONU. De ellas, 10 millones residen en áreas golpeadas directamente por la plaga, que amenaza con arruinar las cosechas.
Los insectos llegaron al este de África desde los desiertos de la península Arábiga, donde el paso de varios ciclones tropicales en los últimos años ha creado condiciones propicias de reproducción.
Nuevas tormentas en los países africanos complicaron aún más la situación, que no tiene precedentes en los últimos 25 años, según la ONU.
¿Qué puede pasar si no se toman medidas?
«A menos que haya una rápida respuesta, vamos a tener un problema enorme este año», dijo el jefe humanitario de Naciones Unidas, Mark Lowcock.
El problema radica es que, si no se actúa ahora, las langostas podrían extenderse a otras zonas, incluido el norte de África y el suroeste de Asia.
El máximo responsable de los servicios humanitarios de Naciones Unidas subrayó que, en el contexto internacional, la cantidad no es muy grande y permitiría evitar que en unos meses haya que hacer desembolsos mucho mayores para responder al riesgo de hambruna.
«El momento de actuar es ahora», insistió Dominique Burgeon, el director de Emergencias de la FAO, que avisó que las necesidades humanitarias serán «enormes» si no se frena esta plaga muy pronto.
