Tegucigalpa – El exfiscal general de la República, Edmundo Orellana, expresó este viernes su profunda preocupación por el reciente enfrentamiento entre el jefe de las Fuerzas Armadas, general Roosevelt Hernández, y la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, advirtiendo que este tipo de incidentes podría comprometer gravemente la integridad del proceso electoral hondureño.
A través de una serie de publicaciones en redes sociales, Orellana analizó las implicaciones del altercado ocurrido en las instalaciones del CNE, donde el general Hernández, visiblemente alterado, increpó a López por una publicación en la plataforma X en la que ella denunciaba una presunta conspiración entre militares, un expresidente y una candidata para manipular informes relacionados con las elecciones primarias del 9 de marzo.
«Que el Jefe del Estado Mayor aparezca públicamente vociferante, deliberante y desafiante, en el marco del proceso electoral, debe provocarnos, si no terror, angustiante preocupación», alertó el experimentado jurista, sugiriendo que la actitud del militar representa una seria amenaza para la estabilidad institucional del país.
Orellana fue más allá, cuestionando la idoneidad de los involucrados para gestionar un proceso electoral tan crucial como las elecciones generales previstas para 2025. «Este espectáculo confirma la carencia de la madurez de ambos personajes para que se encarguen de las elecciones generales», señaló, dejando entrever dudas sobre la capacidad de los actuales funcionarios para garantizar un proceso electoral libre y transparente.
El exfiscal hizo un llamado urgente a los partidos políticos para que asuman un papel más activo frente a esta crisis institucional. «¿Qué harán los partidos políticos? ¿Se limitarán a observar?», cuestionó, para luego exhortar: «Intervengan antes de que todo se salga de control», evidenciando su temor de que la situación pueda deteriorarse aún más.
En una reflexión más profunda sobre las causas estructurales de estos conflictos, Orellana apuntó a la naturaleza misma del organismo electoral: «Mientras los consejeros del CNE sean los representantes de los partidos políticos, siempre se sospechará de la práctica del proceso electoral», sugiriendo que el modelo actual de integración del CNE podría ser parte del problema.
El incidente que motivó estos comentarios ocurrió la mañana del viernes, cuando el general Hernández llegó a las instalaciones del CNE para confrontar a López por su publicación del 19 de marzo, en la que la funcionaria electoral denunciaba una supuesta reunión entre el alto mando militar, un expresidente (presumiblemente Manuel Zelaya) y una candidata (aparentemente Rixi Moncada) para alterar informes relacionados con las irregularidades registradas durante las elecciones primarias.
Las declaraciones de Orellana, quien goza de amplio respeto en el ámbito jurídico hondureño, añaden una voz de autoridad a las crecientes preocupaciones sobre la polarización política y la fragilidad institucional que amenazan con comprometer la legitimidad de los próximos procesos electorales en Honduras.
Este conflicto entre dos instituciones fundamentales para la democracia hondureña —el organismo electoral y las fuerzas armadas— se produce en un contexto de creciente tensión política, marcado por acusaciones cruzadas sobre manipulación electoral y conspiraciones para socavar la alternancia en el poder.