Una poderosa explosión sacudió un bullicioso mercado de una ciudad cercana a la capital de la República Dominicana, provocando la muerte de al menos 10 personas, informaron las autoridades el martes.
Por AP
Más de 50 personas resultaron heridas tras el estallido del lunes en una panadería de la localidad de San Cristóbal, que se ubica a poca distancia al oeste de Santo Domingo. Al menos 36 personas están hospitalizadas, de acuerdo con Joel Santos, ministro de la presidencia.
La prensa local reportó que al menos 11 personas siguen desaparecidas. La explosión ocurrió en un área conocida como el “Mercado Viejo”, donde multitudes acuden a diario para comprar diversos bienes, desde fruta hasta ropa.
Las víctimas fueron un bebé de 4 meses, que falleció a consecuencia de una lesión en la cabeza, y dos adultos cuyos cuerpos tenían quemaduras en el 90% de la piel, según una declaración del doctor Mario Lama, director del Servicio Nacional de Salud. Varias personas fueron trasladadas a un hospital de Santo Domingo, incluidos pacientes con quemaduras en el 40% del cuerpo, señaló.
José Ramón Ramírez Rivera, dueño de una clínica veterinaria local, dijo a los periodistas que uno de sus 15 empleados sigue desaparecido.
“La pared de la oficina se me fue encima. No pude respirar”, relató.
El humo seguía cubriendo el centro de la ciudad el martes y Rivera instó a todos a usar mascarillas.
“Esto es un humo que se está mezclando con sustancias químicas”, advirtió.
Rivera dijo que él y otros funcionarios irán de puerta en puerta para asegurarse de que las personas tengan máscaras y determinar si tienen algún problema respiratorio o de la piel. También se espera que visite a los pacientes en un hospital local donde la gente todavía busca a sus seres queridos.
“Es muy importante las primeras 24 horas”, dijo, y agregó que las lesiones incluyeron quemaduras, fracturas y problemas respiratorios.
Se prevé que el presidente Luis Abinader arribe en el transcurso del martes al lugar, donde las autoridades aún intentaban extinguir un incendio en medio de edificios derrumbados y vehículos calcinados.
Santos dijo que el gobierno está iniciando una investigación para determinar si el negocio donde ocurrió la explosión estaba operando bajo las regulaciones adecuadas.
“Lamentablemente, estas catástrofes tienen un orden de prioridad: salvar vidas, salvar los activos, asegurar extinguir lo que es el siniestro y luego evaluar daños”, dijo Santos en conferencia de prensa.
San Cristóbal, el lugar de nacimiento del dictador Rafael Trujillo, fue el sitio de otra tragedia hace casi 23 años. Un depósito de armas explotó en octubre de 2000, matando al menos a dos personas e hiriendo a más de dos decenas, lo que obligó a las autoridades a evacuar a miles.