Tegucigalpa – El próximo 5 de febrero marcará el inicio del esperado juicio por narcotráfico contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, en la Corte del Distrito Sur de New York.
En este intrigante proceso, Fabio Lobo, hijo del también expresidente Porfirio Lobo, se perfila como uno de los testigos clave, según revelan documentos oficiales.
Identificado como CW-3 en los documentos «in limine», Fabio Lobo está previsto para ofrecer su testimonio como colaborador de la Fiscalía en un juicio que se estima durará tres intensas semanas.
Su participación como testigo colaborador arrojará luz sobre los complejos entramados del narcotráfico y sus conexiones en la esfera política hondureña.
Este no es el primer encuentro de Fabio Lobo con el sistema judicial. En 2017, fue condenado a 24 años de cárcel por su implicación en delitos de narcotráfico, tras ser capturado en Haití.
Su juicio anterior contó con el testimonio de Devis Leonel Rivera Maradiaga, líder de Los Cachiros, quien también señaló a Tony Hernández y Yani Rosenthal.
El hecho de que Fabio Lobo sea ahora llamado como testigo en el juicio contra Juan Orlando Hernández agrega un componente intrigante al caso. Se espera que su testimonio proporcione información detallada sobre las conexiones entre el narcotráfico y altos funcionarios del gobierno hondureño.
Además de Fabio Lobo, los documentos oficiales revelan la colaboración de varios exfuncionarios de alto rango que sirvieron en la administración de Juan Orlando Hernández.
Este factor añade un elemento adicional de complejidad y profundidad al caso, destacando la posible implicación de figuras gubernamentales en actividades ilícitas.
El juicio, que se perfila como uno de los más significativos en la historia judicial de Honduras, promete arrojar luz sobre las oscuras alianzas entre la política y el narcotráfico, cuestionando la integridad de las instituciones y planteando serias interrogantes sobre la gobernabilidad en el país centroamericano.