Tegucigalpa. – Entre 2013 y 2014, las Fuerzas Armadas y la Fuerza Naval de Honduras adquirieron dos patrullas interoceánicas que fueron nombrados como dos de los héroes nacionales del país, se trata de los buques Francisco Morazán y Lempira, embarcaciones encargadas de garantizar la seguridad y evitar el tráfico de drogas por aguas del Atlántico.
A siete años de su arribo al país, estos navíos han sido de vital importancia para ejercer soberanía en las aguas territoriales, y combatir toda actividad ilícita relacionada al narcotráfico.
Entre las acciones ejecutadas con ambos navíos se encuentran la liberación a una embarcación norteamericana que encalló en el sector de Cayo Gorda en 2015, y el rescate a 75 hondureños que naufragaron en un navío tras salir de Gracias a Dios.
La Fuerza Naval demostró el buen estado de operatividad de estas embarcaciones que se encuentran en la base naval de Puerto Cortés, en donde son sometidas a todo tipo de cuidados para que estén disponibles en todas las misiones que ayudan a proteger y rescatar vidas de personas que faenan en altamar.
Los titulares de la Fuerza Naval indicaron que ambas lanchas están en constante revisión para garantizar la duración de las mismas, por lo que son sometidas a constantes trabajos de mantenimiento.
Las aéreas de la embarcación se dividen en logística, cubierta, operaciones e ingeniería, y cada una de ellas está conformada por oficiales y sub oficiales asignados, quienes debidamente capacitados en la parte técnica conforman un equipo para su debido mantenimiento y operación.
Es importante mencionar que estas embarcaciones poseen un sistema moderno de propulsión con una autonomía de dos mil 500 millas náuticas, que son capaces de realizar misiones en aguas tanto nacionales como internaciones.
Además, han venido a equipar y modernizar las operaciones de los diferentes elementos de seguridad en el espacio marítimo hondureño.
