Washington. – Se prevé que la economía global se reduzca en un tres por ciento durante 2020 en un sorprendente colapso de la actividad impulsado por el coronavirus, que marcará la mayor desaceleración desde la Gran Depresión de la década de 1930, proyectó este martes el Fondo Monetario Internacional.
El FMI, en su «Perspectiva de la economía mundial de 2020», predijo un repunte parcial en 2021, con la economía mundial creciendo a una tasa del 5.8 por ciento, pero dijo que sus pronósticos estaban marcados por la «incertidumbre extrema» y que los resultados podrían ser mucho peores, dependiendo de curso de la pandemia.
«Esta recuperación en 2021 es solo parcial, ya que se prevé que el nivel de actividad económica se mantenga por debajo del nivel que habíamos proyectado para 2021, antes de que llegara el virus», detalló la economista jefa del FMI, Gita Gopinath.
Según el mejor escenario del Fondo, es probable que el mundo pierda una producción acumulada de nueve billones de dólares en dos años, mayor que el PIB combinado de Alemania y Japón, agregó.
En su pronóstico más reciente, el FMI espera contracciones económicas este año del 5.9 por ciento en Estados Unidos, del 7.5 por ciento en los 19 países europeos que comparten el euro, del 5.2 en Japón y del 6.5 por ciento en el Reino Unido.
Se espera que China, donde se originó la pandemia, logre un crecimiento de 1.2 por ciento este año. La segunda economía más grande del mundo, que prácticamente se detuvo, comenzó a reactivarse mucho antes que otros países.
Economías latinoamericanas
Las economías latinoamericanas, que aún están experimentando crecientes brotes de coronavirus, verán una contracción del 5.2 por ciento según las predicciones del FMI.
El Fondo pidió que las líneas de swap (como se conoce el intercambio de divisas entre bancos) se extiendan a más países de mercados emergentes que enfrentan un doble problema de actividad bloqueada y condiciones financieras más estrictas, debido a una salida masiva de fondos a activos de refugio como los bonos del Tesoro de EEUU.
Agregó que algunos países pueden necesitar recurrir a límites temporales en las salidas de capital.
Las previsiones del FMI suponen que los brotes del nuevo coronavirus alcanzarán su punto máximo en la mayoría de los países durante el segundo trimestre y se desvanecerán en la segunda mitad del año, con el cierre de negocios y otras medidas de contención que se desenrollarán gradualmente.
Una pandemia más larga que dure hasta el tercer trimestre podría causar una contracción adicional del tres por ciento en 2020 y una recuperación más lenta en 2021, debido a los efectos «cicatrizantes» de las bancarrotas y el desempleo prolongado.
Un segundo brote en 2021 que obligue a más cierres podría causar una reducción de cinco a ocho puntos porcentuales en el pronóstico de referencia del producto interno bruto mundial para el próximo año, manteniendo al mundo en recesión por segundo año consecutivo.
«Es muy probable que este año la economía mundial experimente su peor recesión desde la Gran Depresión, superando lo visto durante la crisis financiera mundial hace una década», señaló el FMI en su informe. «Se proyecta que el gran cierre, como se podría llamar, reducirá drásticamente el crecimiento global».
Las nuevas previsiones proporcionan un sombrío telón de fondo para las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, que se realizarán por videoconferencia esta semana para evitar contribuir a la propagación del virus. Las reuniones normalmente atraen a 10.000 personas a un área abarrotada de dos cuadras del centro de Washington.
El pasado 31 de marzo, el FMI anunció el desembolso de 143 millones de dólares de un crédito ya aprobado para ayudar a Honduras a apuntalar su economía frente a los riesgos del nuevo coronavirus.
El FMI explicó que la epidemia tendrá un fuerte impacto en Honduras porque la actividad económica va ser golpeada por las medidas de confinamiento para enfrentar la pandemia, y porque el crecimiento se verá lastrado por «los efectos colaterales mundiales» de la crisis.
Entre los factores que afectarán a la economía hondureña, el Fondo cita el impacto en la demanda externa, los menores flujos de remesas, las condiciones financieras externas más restrictivas y la contracción en el turismo.
Honduras, un país donde un 66 por ciento de la población es pobre y uno de cada cinco habitantes vive con menos de dos dólares al día, según datos del Banco Mundial, vive condiciones de inseguridad y fue azotado por una sequía que perjudicó los cultivos en 2019.
En julio de 2019 el FMI aprobó un crédito para Honduras por 309 millones de dólares y según los análisis hechos a finales de año por la entidad, en 2020 la economía del país iba a crecer un 3.2 por ciento.
El desembolso de 143 millones de dólares anunciado este martes forma parte del acuerdo alcanzado en julio.
El país, donde hay 26 fallecidos por la epidemia – que ha dejado más de 125 mil 678 muertos en todo el mundo – está actualmente en toque de queda.
El gobierno – con una infraestructura de salud precaria que no pudo contener el brote de dengue en 2019 – tiene un plan para repartir comida durante un mes a 800 mil familias pobres.