Tegucigalpa – En una operación rutinaria de control, las autoridades de la FNCCP detectaron que dos trabajadores de la construcción, que participaban en proyectos de mejora dentro del centro penitenciario, intentaban introducir drogas y dispositivos electrónicos prohibidos. Los detenidos, con edades de 24 y 36 años, fueron descubiertos durante una inspección de seguridad estándar.
Durante el registro, los agentes encontraron en la billetera de uno de los sospechosos aproximadamente dos gramos de supuesta cocaína, dos gramos de presunto crack y un microchip. Su compañero portaba una memoria MicroSD que contenía un registro telefónico, elementos estrictamente prohibidos dentro del recinto penitenciario.
Esta intervención exitosa refleja la efectividad de los protocolos de seguridad implementados en los centros penitenciarios hondureños, diseñados para prevenir el ingreso de sustancias y objetos que podrían comprometer la seguridad y el proceso de rehabilitación de las personas privadas de libertad.
Los detenidos fueron remitidos a la fiscalía de turno, donde enfrentarán cargos por intentar introducir sustancias ilícitas y dispositivos electrónicos no autorizados en un centro penitenciario. Este incidente subraya la importancia de mantener una vigilancia constante, incluso sobre el personal que realiza trabajos temporales dentro de las instalaciones carcelarias.
Las autoridades penitenciarias reafirman su compromiso de mantener controles estrictos para garantizar la seguridad y el orden dentro de los centros de reclusión, aplicando los procedimientos de inspección sin distinción a todo personal que ingrese a las instalaciones.