TEGUCIGALPA, HONDURAS – La administración de la presidenta Xiomara Zelaya, a través de la Secretaría de Gobernación y Justicia, ha derogado los acuerdos de facilitación migratoria que permitían la entrada más fácil de sacerdotes, pastores y otros líderes religiosos al país.
Esta decisión fue oficializada con la publicación del Acuerdo 158-2024 el 30 de mayo de este año en La Gaceta.
Los convenios afectados incluyen a la Iglesia Católica, la Confraternidad Evangélica de Honduras, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) y la Misión Adventista.
Estos acuerdos habían sido una parte fundamental para facilitar la labor de las misiones religiosas y sus programas de ayuda social en Honduras.
El Acuerdo 158-2024 especifica que las facilidades migratorias son una medida de excepción otorgada a “migrantes calificados en función del interés nacional”. Sin embargo, con la derogación de estos convenios, será ahora el Instituto Nacional de Migración (INM) el encargado de resolver y aprobar futuros convenios con asociaciones religiosas registradas, basándose en la política migratoria del país.
Este cambio en la legislación ha generado preocupaciones entre las comunidades religiosas que dependen de la llegada de personal calificado del extranjero para llevar a cabo sus actividades espirituales y sociales en Honduras.
La medida también refleja un ajuste en la gestión de la política migratoria, priorizando otros criterios para la aprobación de la entrada de líderes religiosos al país.