Tegucigalpa – El ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, reveló hoy que se está llevando a cabo una investigación sobre empresas de seguridad privada que presuntamente brindan servicios a estructuras criminales, incluyendo grupos de narcotráfico, maras, pandillas y redes de extorsión.
Según el funcionario, una de las estrategias identificadas por las autoridades es la conformación de empresas de seguridad privada aparentemente legítimas, que sirven como fachada para que grupos criminales porten armas de manera legal.
«Conforman empresas totalmente lícitas, con testaferros, profesionales del derecho y toda una estructura montada, pero en la práctica las armas son portadas por personas que brindan seguridad a estructuras criminales», explicó Sánchez.
Ante esta situación, la Secretaría de Seguridad está realizando un replanteamiento integral del sistema de asignación de permisos de operación para empresas de seguridad, con el objetivo de fortalecer los controles y prevenir la infiltración del crimen organizado en el sector.
Como parte de las medidas para combatir estas estructuras criminales, el ministro también anunció planes para adquirir equipamiento especializado, incluyendo vehículos Black Mamba, unidades livianas blindadas para acceder a zonas con calles estrechas, y comandos móviles para operaciones en áreas rurales.