Los recortes afectan al área del asistente de voz y a la de realidad aumentada, entre otras.
Por El País
Google está despidiendo a cientos de personas que trabajan en sus equipos de asistente digital, hardware e ingeniería, en un esfuerzo por reducir costes.
El sindicato de la compañía anunció el inicio de los despidos en la firma de Silicon Valley del grupo Alphabet en la noche del miércoles. “Esta noche, Google ha iniciado otra ronda de despidos innecesarios. Nuestros miembros y compañeros de equipo trabajan duro cada día para crear grandes productos para nuestros usuarios, y la empresa no puede seguir despidiendo a nuestros compañeros mientras gana miles de millones cada trimestre. ¡No dejaremos de luchar hasta que nuestros puestos de trabajo estén a salvo!“, tuiteó el sindicato, que representa a una pequeña parte de los trabajadores de Google.
Entre los trabajadores afectados se encuentran los que trabajan en el asistente de voz de Google y en el equipo de hardware de realidad aumentada, según avanzaron medios especializados. Los empleados de la organización central de ingeniería de la empresa también se han visto afectados por los recortes, según la empresa. Alphabet, el grupo de Google, tiene unos 182.000 empleados.
”A lo largo de la segunda mitad de 2023, varios de nuestros equipos hicieron cambios para ser más eficientes y trabajar mejor, y para alinear sus recursos con sus mayores prioridades de producto”, dijo un portavoz de Google a Bloomberg en un comunicado. “Algunos equipos continúan haciendo este tipo de cambios organizativos, que incluyen algunas eliminaciones de roles a nivel global”, añadió. El personal afectado ha comenzado a recibir la noticia y tendrá la oportunidad de solicitar puestos vacantes en otras áreas de Google, según la empresa.
La semana próxima se cumple un año de que Alphabet, la matriz de Google, anunció la supresión de alrededor de 12.000 puestos de trabajo en todo el mundo, cifra próxima al 6% de la plantilla, para abordar el debilitamiento de las condiciones económicas, según comunicó entonces el consejero delegado del grupo, Sundar Pichai, en un mensaje a los empleados. Fue el mayor recorte de plantilla en la historia del grupo, que hasta entonces solo había acometido ajustes más bien pequeños en algunos segmento y divisiones.
En los anteriores cinco años, Alphabet había duplicado con creces su plantilla, desde los 88.110 empleados con que cerró 2017 hasta los 190.234 que tenía a cierre del año pasado. Solo desde 2020, la empresa había contratado a más de 50.000 personas. Tras el anuncio de los 12.000 despidos, la empresa siguió haciendo otros recortes menores en las áreas de personal, en la aplicación Waze y en otros productos, pero también contratando más personal en paralelo. A 30 de septiembre pasado, la plantilla era de unas 182.000 personas.
En Alphabet se ha visto como una gran amenaza el surgimiento del bot ChatGPT, por el que ha apostado Microsoft, pues se teme que los usuarios sustituyan muchas búsquedas en internet por preguntas al bot de inteligencia artificial, al que Google ha contraatacado con Bard. En una reunión con inversores, los ejecutivos de Google se comprometieron a analizar sus operaciones para identificar los lugares donde pueden hacer recortes y liberar recursos para invertir en sus mayores prioridades. Con todo, los resultados han vuelto a ser boyantes para la compañía el pasado año.
Alphabet, el grupo de Google, aceleró su crecimiento en el tercer trimestre de 2023 gracias al buen comportamiento de la publicidad digital y a la mejora de su negocio de computación en la nube. El grupo logró entre julio y septiembre del año pasado unos ingresos de 76.693 millones de dólares (unos 72.400 millones de euros al tipo de cambio actual), un 11% más que en el mismo periodo del año anterior.
La compañía mejoró los márgenes y el beneficio neto se disparó un 41%, hasta 19.689 millones de dólares, según las cuentas publicadas este martes por la empresa. En el acumulado de los primeros nueve meses de 2023, los ingresos crecieron un 7%, hasta los 221.084 millones de dólares, y el beneficio aumentó un 14,6%, hasta 53.108 millones de dólares, pese a los costes de indemnizaciones por despidos.
