Es un tema que genera muchas dudas. ¿Cuánto hay que beber? ¿Qué factores influyen en la necesidad de líquidos? ¿Qué pasa si se bebe demasiado o muy poco?
Por Infobae
Ya sea que estés bebiendo de un termo de moda o de un simple vaso de cristal, no hay una respuesta “unitalla” para cuánta agua hay que beber al día. Lo más cercano que hay en Estados Unidos es una recomendación de consumo de agua de la Academia Nacional de Medicina, que, en 2004, informó que los hombres saludables generalmente se mantienen adecuadamente hidratados cuando beben al menos tres litros (casi 13 tazas) de agua por día, y que las mujeres están típicamente hidratadas cuando beben al menos 2,2 litros (poco más de nueve tazas) por día, sin incluir el agua que consumen a través de los alimentos.
Sin embargo, estas pautas no deben tomarse como un evangelio, dijeron los expertos.
“La mayoría de las personas, incluso si se mantienen por debajo de esa recomendación, estarán bien”, dijo Siddharth P. Shah, nefrólogo del Hospital de la Universidad de Pensilvania especializado en hidratación y equilibrio de electrolitos.
El agua es, por supuesto, crucial para nuestra supervivencia. Nos ayuda a eliminar desechos, mantener la presión arterial, regular la temperatura corporal y más.
Algunas personas necesitan más agua que otras. Las personas que son especialmente activas —que tienen trabajos físicamente exigentes o que hacen mucho ejercicio— pierden más agua a través del sudor y necesitarán compensar bebiendo agua adicional, dijo George Chiampas, especialista en medicina de emergencia en Northwestern Medicine y director médico de la Federación de Fútbol de EE. UU.
Las personas también pueden necesitar beber más si viven en climas cálidos, tienen cuerpos más grandes o mucha masa muscular, tienen deposiciones sueltas, están embarazadas o amamantando, o si han tenido cálculos renales o infecciones recurrentes del tracto urinario, dijeron los expertos.
A lo largo de la vida, la cantidad de agua que necesita una persona también cambia. Típicamente, con la edad, las personas pierden músculo y ganan grasa, dijo Shah. Debido a que la grasa contiene menos agua que el músculo, las personas generalmente necesitan consumir menos agua con la edad para mantener tejidos saludables.
Sin embargo, aún así algunos adultos mayores no consumen tanta agua como necesitan, dijo Shah, porque los cuerpos de las personas mayores —particularmente, aquellos mayores de 60 años, sugieren las investigaciones— no son tan buenos detectando la sed. El nivel de deshidratación “que te haría sentir sediento a la edad de 40 podría no hacerte sentir tan sediento a la edad de 80″, explicó.