Tegucigalpa – El hijo menor de la presidenta Xiomara Castro, José Manuel Zelaya, quien también se desempeña como asesor en Casa de Gobierno, ha planteado de manera contundente la destitución del ministro de Planificación, Ricardo Salgado, debido a sus recientes declaraciones acusando a la Embajada Americana de estar conspirando contra el Gobierno de Honduras.
Salgado ha señalado a la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa como responsable de la salida de Gabriela Castellanos, directora del Consejo Nacional Anticorrupción, alegando que es una estrategia urdida por el consulado americano.
Según el ministro, esta salida forma parte de una supuesta «construcción conspirativa» que busca presentar al gobierno actual de la presidenta Xiomara Castro como violador de los derechos humanos, con el propósito de ser sancionado por Estados Unidos.
Ante estas afirmaciones, José Manuel Zelaya ha reaccionado enfáticamente, señalando que son aseveraciones carentes de fundamentos y evidencias. Además, ha afirmado que un secretario de Estado hablar sin pruebas y entrometerse en la política exterior de un país cuando no le corresponde debería ser motivo suficiente para su despido.
Cabe destacar que Salgado ya había sido protagonista de polémicas en el pasado al criticar duramente a Estados Unidos, principal socio económico de Honduras. En aquella ocasión, lo tildó de «imperio» y señaló que impone su voluntad. Sin embargo, aclaró que su opinión no reflejaba la posición oficial del gobierno de la República.
Por otro lado, Manuel Zelaya Rosales, asesor presidencial y esposo de la presidenta Xiomara Castro, ha relacionado la salida de Gabriela Castellanos con un plan recurrente en países donde la oligarquía busca perjudicar a los gobiernos.
Según él, existen manuales sobre este tipo de tácticas de desestabilización en América Latina, aunque no ha mencionado directamente a qué país se refiere.
Además, el asesor presidencial ha instado a las autoridades a investigar quiénes están conspirando contra la presidenta Xiomara Castro, enfatizando la importancia de desenmascarar cualquier intento de desestabilización y proteger la estabilidad del gobierno.
Esta situación pone de manifiesto las tensiones políticas y las acusaciones mutuas que se presentan en el escenario político hondureño, donde diferentes actores se enfrentan en un ambiente de desconfianza y confrontación.
La destitución del ministro Salgado y las investigaciones solicitadas podrían contribuir a esclarecer los hechos y restablecer la confianza en las instituciones gubernamentales.