San Pedro Sula, Honduras. – La indignación y la preocupación se han apoderado de los comerciantes en el Valle de Sula tras la viralización de varios videos que muestran a un mismo hombre cometiendo hurtos con una pasmosa tranquilidad.
Apodado por los internautas como “el gordito” debido a su complexión, este individuo se ha convertido en el rostro de una problemática mayor: la creciente vulnerabilidad de los negocios locales frente a la delincuencia.
El caso más reciente, captado por cámaras de seguridad de unas oficinas en San Pedro Sula, revela su modus operandi. En las imágenes, se observa cómo el sujeto aprovecha un breve descuido de una empleada para sustraer un teléfono celular de un escritorio, ocultarlo entre su ropa y marcharse sin levantar sospechas.
Sin embargo, este no es un hecho aislado. Días antes, el mismo hombre fue grabado en una tienda de ropa deportiva, de donde se llevó una camiseta utilizando una técnica similar: la ocultó bajo el brazo y salió del local como si nada. Otro video lo sitúa en una tienda en Choloma, Cortés, donde también logró robar un celular tras distraer al personal.
La difusión masiva de estos clips en plataformas digitales ha sido una estrategia deliberada de los propios afectados para alertar a otros comerciantes y presionar a las autoridades. «Ya hay suficiente evidencia para identificarlo», claman los dueños de los negocios, quienes exigen una acción policial inmediata.
El fenómeno de “el gordito” ha trascendido la anécdota para convertirse en un símbolo del desamparo que sienten muchos empresarios. Comerciantes de San Pedro Sula han reiterado su llamado a fortalecer la vigilancia en las zonas comerciales, argumentando que esta ola de delitos no solo impacta su economía, sino que también erosiona la confianza de los clientes y la seguridad en la ciudad.
La comunidad espera que la notoriedad del caso impulse a las autoridades a tomar medidas concretas que protejan el tejido comercial de la región.




