Tegucigalpa – Honduras enfrenta una crisis humanitaria de gran magnitud tras el paso de la tormenta tropical Sara, con más de 85 mil 218 mil personas afectadas y cientos de comunidades incomunicadas, según el último informe de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco).
El fenómeno meteorológico, que impactó el territorio hondureño el jueves por la noche a unos 165 kilómetros al oeste-noroeste de Cabo Gracias a Dios, ha dejado una estela de destrucción que evidencia la vulnerabilidad del país ante estos eventos naturales.
En apenas días, más de 15 mil familias han visto sus vidas trastornadas por las intensas lluvias.
La emergencia ha obligado a las autoridades a movilizar grandes recursos para el rescate de 2,220 personas, mientras que 4,718 hondureños han debido buscar refugio en albergues temporales.
Las cifras son alarmantes: 993 viviendas dañadas y 251 comunidades completamente aisladas debido a inundaciones y colapso de puentes.
Ante la gravedad de la situación, el gobierno mantiene en alerta roja los departamentos de Colón, Gracias a Dios, Islas de la Bahía, Atlántida, Yoro y Cortés, mientras que Choluteca, Valle, Olancho y Santa Bárbara permanecen bajo alerta amarilla.
Los municipios de Omoa y Puerto Cortés están en máxima alerta, y el Distrito Central ha decretado alerta amarilla por saturación de suelos.
La magnitud de los daños provocados por Sara en tan poco tiempo ha puesto de manifiesto, una vez más, la extrema vulnerabilidad de Honduras ante los fenómenos naturales.
Las autoridades insisten en que los habitantes de zonas vulnerables extremen precauciones, mientras se mantiene vigente la extensión de alertas por 48 horas adicionales en todo el territorio nacional.