Tegucigalpa – Honduras conmemoró este viernes su 202 aniversario de independencia en medio de desafíos y divisiones internas. El país centroamericano, junto con otros de la región, se independizó de la Corona española el 15 de septiembre de 1821. Sin embargo, en la actualidad, Honduras enfrenta una serie de problemas económicos y sociales.
Con una población de alrededor de diez millones de habitantes, Honduras lucha contra la pobreza, con aproximadamente el 73 por ciento de su población viviendo en condiciones de pobreza, según cifras oficiales. Además, el país enfrenta una creciente violencia criminal, con un promedio de diez a trece muertes diarias, en gran parte atribuidas al crimen organizado y el narcotráfico.
Honduras también se enfrenta a una deuda nacional de 20 mil millones de dólares y altas tasas de desempleo, lo que ha llevado a una emigración constante de hondureños, especialmente hacia Estados Unidos y España.
A pesar de estos desafíos, los hondureños celebraron su independencia con desfiles en todo el país. En Tegucigalpa, la capital, miles de estudiantes de escuelas secundarias y otras instituciones participaron en desfiles, y el Estadio Nacional José de la Paz Herrera fue el principal punto de llegada.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, lideró los actos conmemorativos en una ceremonia frente a la estatua del prócer Francisco Morazán en el centro de Tegucigalpa. Castro y otros funcionarios del gobierno, así como representantes de los poderes Legislativo y Judicial, también asistieron a los desfiles patrios en el Estadio Nacional.
Sin embargo, a pesar de estos eventos festivos, Honduras sigue dividida en lo social y lo político. La división se profundizó después del golpe de Estado de 2009 que derrocó al entonces presidente Manuel Zelaya. Las elecciones de 2017 y 2021 también han contribuido a la polarización política en el país.
La falta de consenso en el Parlamento ha impedido la elección de dos nuevos fiscales generales, lo que ha generado aún más tensiones en el país. Para elegir a los fiscales se necesita una mayoría calificada de 86 votos, y hasta ahora, el partido Libre solo ha obtenido 52 votos, mientras que las fuerzas de oposición suman 74. Esta situación política ha llevado a un estancamiento en la toma de decisiones y agravado las divisiones internas en Honduras.
En medio de estos desafíos, la presidenta Castro ha señalado que su gobierno enfrenta obstáculos significativos y ha acusado a la «dictadura» anterior y al narcotráfico de buscar desestabilizar su administración. La reconciliación en Honduras parece ser un objetivo distante en un momento en que el país busca superar sus divisiones internas y abordar sus problemas económicos y sociales.
