Tegucigalpa – El gobierno hondureño anunció un giro estratégico en sus planes para la Isla del Cisne, suspendiendo el proyecto de construcción de una cárcel y optando por establecer una nueva fuerza militar especializada en la lucha contra el narcotráfico y la protección ambiental.
La ministra de Defensa, Rixi Moncada, reveló que la suspensión del proyecto carcelario se debe al «boicot» enfrentado durante tres procesos de licitación, señalando específicamente al sistema financiero por negar garantías a las empresas participantes.
En su lugar, se establecerá la Fuerza Militar Conjunta General Florencio Xatruch, con una inversión inicial de 50 millones de lempiras.
«La fuerza militar que se instalará tiene como propósito ejercer soberanía patria, fortaleciendo los escudos aéreos y marítimos contra el narcotráfico», explicó Moncada durante su visita a la isla, ubicada a 250 kilómetros de Islas de la Bahía.
El plan incluye la reconstrucción del apostadero naval, la modernización de la pista de aterrizaje y la instalación de un nuevo radar.
El jefe de las Fuerzas Armadas, Roosevelt Hernández, confirmó que la base integrará diferentes unidades militares y contará con infraestructura moderna para vigilancia marítima y aérea en el Caribe hondureño.
Paralelamente, el gobierno reafirmó su compromiso con la construcción del Centro de Reclusión de Emergencia (CRE) en Mocorón, Gracias a Dios, diseñado para albergar a 2,000 reclusos de alta peligrosidad. Sin embargo, este proyecto enfrenta resistencia de comunidades indígenas locales.
Moncada abordó la controversia en Mocorón sugiriendo que la oposición podría estar siendo manipulada, y enfatizó que el apoyo gubernamental al pueblo misquito no debe obstaculizar la lucha contra el narcotráfico. «El gobierno tiene el deber de garantizar la paz, el sistema democrático y la seguridad de sus habitantes», concluyó.
