Tegucigalpa. – América Latina fue la parte del continente americano donde más se degradó la libertad de prensa en 2021, con un empeoramiento de la situación particularmente palpable en Brasil y El Salvador, según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicado el martes 20 de abril.
La crisis sanitaria del coronavirus, que ha servido de excusa en numerosos países para dificultar más aún el trabajo de los periodistas, ha sido especialmente utilizada en América Latina, señaló a Efe el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
«Varios jefes de Estado, como Maduro en Venezuela o Bolsonaro en Brasil han propagado falsas informaciones, incluido sobre el Covid o han acusado a periodistas de propagar falsas informaciones», apuntó el responsable de la organización defensora de la libertad de prensa.
Acelerador de la censura
La pandemia ha servido de «acelerador de la censura» y ha justificado «graves dificultades de acceso a la información» en el continente, precisa el informe que revela que a nivel general el 73 por ciento de los países del mundo pone trabas al trabajo periodístico.
Tras haber perdido dos plazas el año pasado en la lista de RSF, Brasil se dejó otras cuatro, hasta el puesto 111 de 180 y entró en la zona roja, lo que le aproxima al grupo de países donde peor es la situación de los periodistas.
El presidente, Jair Bolsonaro, ha tratado de bloquear todo acceso a las cifras oficiales de afectados por la pandemia, cuya incidencia se ha obstinado en minimizar, lo que ha generado tensiones con los medios.
«El contexto tóxico en el que trabajan los profesionales de los medios brasileños desde la llegada al poder de Bolsonaro en 2018 explica en gran parte esta degradación», señala el informe, que reporta «insultos, estigmas y humillaciones públicas orquestadas» por el poder o sus acólitos.
La irrupción de la crisis sanitaria ha intensificado estos ataques con el objeto de ocultar su «desastrosa» gestión de la misma.
El mandatario se ha obstinado en propagar las noticias falsas, como la eficacia de un medicamento antiparasitario contra el covid, al tiempo que ha criticado las restricciones para limitar la difusión del virus.
Frente a la mentira oficial, los principales medios del país crearon en junio de 2020 una alianza destinada a obtener informaciones de las autoridades de 26 estados.
Derrumbe en El Salvador y los demás países de Centroamérica
El otro mal alumno del año ha sido El Salvador, que, con una bajada de ocho puestos, hasta el 82, protagonizó una de las mayores caídas del mundo a causa de las dificultades impuestas a quienes querían informar sobre el Covid.
«Confiscación de material periodístico por las fuerzas del orden, prohibición de acceso a los espacios públicos, falta de transparencia en el acceso a informaciones públicas, rechazo de los funcionarios de la presidencia a responder a preguntas en las ruedas de prensa o prohibición de entrevistar a representantes del Estado sobre ese asunto», son algunos de los hechos que denuncia RSF.
Esas mismas trabas aparecen en otros países como Guatemala (puesto 116), donde el presidente, Alejandro Giammattei, recomendaba poner «en cuarentena» a los medios, pero también en Ecuador (96), Nicaragua (121), Honduras (151) o Venezuela (148), donde Maduro «ha endurecido la tarea de los periodistas».
En México (143), que sigue siendo uno de los principales cementerios para periodistas del mundo, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, continúa estigmatizando a los periodistas en sus conferencias de prensa matinales cuando publican informaciones contrarias a sus intereses.
En Perú (91) o Argentina (69) el poder ha usado la justicia para perseguir medios o periodistas y en Colombia (134) ha pagado campañas de difamación, intimidación y acoso contra reporteros, mientras que la cobertura de manifestaciones en Chile (54) se ha convertido en una labor de riesgo.
Cuba (171) se mantiene como el peor país del continente en cuanto a la libertad de prensa, el único en la zona negra de la lista.