Tegucigalpa. – La Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), dio a conocer este miércoles un fuerte pronunciamiento y llamado a la población hondureña, para que el próximo 28 de noviembre vote por los mejores candidatos, y no por aquellos que buscan destruir el país y ganar “a como dé lugar”.
En ese sentido, el mensaje leído por el padre Juan Ángel López, destaca que los obispos de Honduras piden dejar la apatía, el escepticismo y salir a votar masivamente.
“En este momento histórico, compartimos la responsabilidad colectiva de recuperar plenamente la democracia; estas elecciones deben ser la mejor oportunidad para hacerlo. Más allá de la militancia política que muchos profesan y más allá de preferencias y simpatías personales, está el deber moral y la obligación patriótica de recuperar el estado de derecho en nuestro país”, señala el escrito.
“El Estado de derecho es el camino imprescindible que nos llevará a rehabilitar la democracia, cuyo principal fundamento legal radica en la participación del pueblo soberano, el pueblo que elige a sus representantes”, añade.
Los obispos mencionan que, para garantizar este camino democrático, se debe asegurar el buen hacer de los tres elementos fundamentales que lo integran: La participación del pueblo por medio del voto; el actuar de los partidos políticos y sus líderes; y, el actuar de las autoridades electorales.
Por otra parte, recuerdan a los partidos políticos y sus líderes que deben de despojarse de situaciones como el clientelismo y caudillismo. “Les pedimos que sean personas con verdadera vocación de servicio y sensibles a los pobres, que dediquen tiempo para escuchar a los pobres” expresa el mensaje.
Estos son los puntos tocados por la Conferencia Episcopal:
1.La participación del pueblo por medio del voto
Pedimos al pueblo que supere los sentimientos de indiferencia, apatía y escepticismo, provocados por nuestro deficiente sistema de gobierno y sus instituciones, y que dan como resultado el abstencionismo.
Los Obispos de la C.E.H. te hacemos un llamado apremiante para que vayas a votar, con responsabilidad y libertad. Nuestro país está viviendo tiempos trascendentales y significativos. Por ello, te exhortamos para que des tu voto a los mejores candidatos, con el mejor perfil personal, familiar y social; que sean candidatos honestos, responsables y sensibles a las necesidades del pueblo; aquellos que participan en la buena política, que están a favor de la vida y de la familia. Es decir, elige a aquellos candidatos que, como tú, piensan en un mejor futuro para tus hijos.
Si descubres que tienes en tus manos la posibilidad de ayudar al bien de nuestra patria y cambiar el rumbo inoperante e infecundo que llevamos como nación, te darás cuenta que tu voto es sagrado y que no puedes darlo a quien no lo merece.
Honduras no merece que votes por aquellos que quieren destruirla y buscan ganar las elecciones «a como de lugar», incluyendo acciones engañosas y fraudulentas. Elije candidatos que no estén manchados por la corrupción, el crimen organizado y el narcotráfico, que tanto daño han hecho a la población. Ten cuidado con el llamado que hacen algunos candidatos a «votar en plancha», ya que significa renunciar a la capacidad de elegir en conciencia, fruto de una reflexión profunda.
Los electores, por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia, deben ser parte de un fraude, ni tampoco aprobar o consentir abusos de poder, tal como se dieron en los últimos procesos electorales: hay que vivir el proceso electoral como una verdadera fiesta cívica, durante y después de las elecciones.
Como obispos y pastores, nos sentimos obligados a hacer un llamado a la conciencia de todos los ciudadanos, de ser veedores objetivos del proceso electoral, a fin de evitar cualquier irregularidad y, si las hay, saber denunciarlas.
2.El actuar de los partidos políticos y sus líderes
A los partidos políticos queremos reiterarles la necesidad que tienen de un proceso de democratización interna; por dignidad y por justicia, no pueden exigir lo que no son capaces de vivir o de dar. Es necesario que se liberen del clientelismo y caudillismo, que desvirtúan su naturaleza e impiden su renovación. Deben superar la práctica de realizar alianzas políticas, entre dueños de partidos y entre grupos de poder económico, que no son sino manipuladores de la política.
Por el contrario, ustedes deben ser capaces de establecer alianzas sobre principios que garanticen un proyecto común de nación. Por esta razón, pedimos a los candidatos que presenten un plan serio, reflexivo, razonado y fundamentado, que responda a los graves problemas actuales. Les pedimos que sean personas con verdadera vocación de servicio y sensibles a los pobres; que dediquen tiempo para escuchar a la gente, antes de pensar qué es lo que van a decir. Que sean personas con una gran sensibilidad social, que realmente busquen el bien común, y no sus intereses.
3.El actuar de las autoridades electorales
A las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) les recordamos su obligación de apegarse al marco jurídico, ejerciendo sus funciones con profesionalismo, objetividad y equidad. A ustedes toca garantizar la libertad y transparencia del proceso, tanto por la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) como por el hecho de partir de un Censo Electoral depurado y completado.
Deben usar correctamente los medios de información, para evitar posibles confrontaciones. Esperamos que en las elecciones del bicentenario, y en todas las siguientes, las instituciones del Estado aporten garantías de legalidad, contribuyendo a la realización de elecciones libres y transparentes.
Los grandes problemas que enfrenta Honduras deben ser resueltos por todos; nadie puede hacerlo solo, nos necesitamos unos a otros. Por eso, el diálogo entre todos los sectores de la sociedad es indispensable, y seguirá siendo el mejor camino para reconstruir el país. Queremos y necesitamos mirar hacia el futuro con esperanza, abriendo espacios para nuevos liderazgos democráticos, éticos y respetuosos de los derechos de la población.
Nosotros, obispos y pastores del pueblo de Dios, confiamos en el Dios que nos salva y que, por medio de Jesucristo, el Señor, habita en medio de nosotros y nos ofrece la oportunidad de renovarnos día a día: «Esperamos, según nos lo tiene prometido, unos nuevos cielos y una nueva tierra, en los que habite la justicia, (2 Pedro 3, 13). Desde esta esperanza, pedimos a Dios, por intercesión de nuestra Santísima Madre de Suyapa, que bendiga a Honduras.