Tegucigalpa, Honduras – La estabilidad macroeconómica hondureña recibe un nuevo impulso internacional con la confirmación de políticas exitosas que han logrado reequilibrar la economía nacional en un contexto regional complejo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció este miércoles un desembolso de 160 millones de dólares tras aprobar la tercera revisión del programa económico, elevando a 485 millones de dólares el total recibido bajo los acuerdos de 36 meses por 850 millones de dólares aprobados en 2023 para fortalecer la estabilidad macroeconómica y avanzar en reformas estructurales.
El reconocimiento internacional del «sólido desempeño» hondureño se sustenta en el cumplimiento riguroso de compromisos cuantitativos y estructurales establecidos en el programa de asistencia. Honduras cumplió todas las metas cuantitativas hasta diciembre de 2024 y tres de seis metas estructurales clave antes de mayo de 2025, evidenciando una disciplina fiscal y administrativa que contrasta con períodos anteriores de volatilidad económica nacional.
Los avances específicos documentados por el FMI incluyen modernización de instrumentos de gestión pública que fortalecen la transparencia y eficiencia gubernamental. Entre los logros destacan «la adopción de un manual de programación presupuestaria, el lanzamiento de un portal digital de inversión y la finalización de un diagnóstico del sistema de asignación de divisas», reformas que sientan bases institucionales sólidas para la sostenibilidad a largo plazo de las mejoras económicas.
La performance económica nacional durante 2024 demostró capacidad de adaptación ante desafíos externos e internos que tradicionalmente han desestabilizado la región centroamericana. La economía hondureña mostró «resiliencia» con un crecimiento del 3.6%, mientras se proyecta alcanzar 3.5% en 2025, «impulsada por mejores condiciones externas, normalización climática y políticas económicas ajustadas», según evaluó el organismo financiero internacional.
Los indicadores de estabilidad macroeconómica confirman el éxito de políticas de contención que han controlado presiones inflacionarias históricamente problemáticas en Honduras. «La inflación ha bajado, acercándose al objetivo del 4%, mientras que el déficit fiscal sigue siendo sólido, al situarse en 1% del PIB en 2024, con una previsión de 1.5% para 2025», destacó el FMI, estableciendo parámetros de sostenibilidad fiscal que contrastan favorablemente con experiencias regionales recientes.
La primera subdirectora gerente y presidenta interina del directorio del FMI, Gita Gopinath, elogió la estrategia hondureña como modelo de adaptación exitosa ante volatilidad externa. «La economía hondureña sigue mostrando resiliencia frente a un panorama económico desafiante.
Las políticas implementadas en el marco del programa han fortalecido la estabilidad macroeconómica y han contribuido a un reequilibrio de la economía, incluyendo un fortalecimiento de la posición externa», declaró la funcionaria.
Sin embargo, el FMI introdujo advertencias específicas sobre riesgos electorales que podrían comprometer los logros alcanzados. El organismo subrayó que «contener el gasto no productivo es esencial para preservar la estabilidad, especialmente en un año electoral», mientras los hondureños se preparan para elegir el 30 de noviembre presidente, tres designados presidenciales, 298 alcaldías, 128 diputados al Congreso Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
La «prudencia fiscal» se mantiene como «pilar de la estrategia nacional» que debe resistir presiones populistas tradicionalmente asociadas con períodos electorales que comprometen sostenibilidad económica a mediano plazo.