Tegucigalpa – La Secretaría de Estado en los Despachos de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales ha hecho público su pronóstico sobre los fenómenos lluviosos que se esperan afectar a Honduras durante el año 2024.
Según este pronóstico, elaborado en colaboración con la Universidad Estatal de Colorado, se prevé una temporada ciclónica en el Atlántico que podría ser particularmente intensa, con la formación de hasta 23 tormentas tropicales, de las cuales 11 podrían convertirse en huracanes y cinco de ellos podrían ser categorizados como muy peligrosos.
Este pronóstico sugiere que la temporada ciclónica de este año podría asemejarse a eventos pasados como el devastador Huracán Mitch en 1998, la Tormenta Tropical Agatha en 2010, y los huracanes Eta e Iota en 2020.
Es importante destacar que el pronóstico abarca una extensa región que incluye países como Inglaterra, Francia, España, Cabo Verde, todas las Antillas, Centroamérica, el norte de Colombia y Venezuela, el Golfo de México, la Costa este y sureste de Estados Unidos de Norteamérica, así como el este de Canadá y Groenlandia.
Por otro lado, en el Pacífico oriental se prevé una temporada ciclónica ligeramente por encima del promedio, con la formación de al menos 17 tormentas tropicales, de las cuales siete podrían llegar a ser huracanes afectando principalmente la costa pacífica de Centroamérica, México y Estados Unidos.
En cuanto a la estación lluviosa en Honduras, se espera que inicie con un retraso de 5 a 10 días en comparación con años anteriores, pero una vez que comiencen las lluvias, se prevé que sean más frecuentes y de mayor cobertura en todo el territorio nacional. En general, las precipitaciones en mayo se espera que estén en línea o por encima del promedio histórico.
Para junio, se espera que los primeros días no sean muy lluviosos, pero hacia finales del mes se anticipan lluvias más intensas, especialmente en los departamentos fronterizos con El Salvador, el sur de Comayagua, el sur de Francisco Morazán, Choluteca y los departamentos limítrofes con Nicaragua.
En julio y agosto, se prevé que la canícula inicie tarde y sea menos intensa de lo habitual, lo que resultaría en acumulados de lluvia por encima del promedio, especialmente en la franja central del país.
Sin embargo, para septiembre, con la posible llegada del fenómeno de “La Niña”, se espera que las lluvias sean más cercanas al promedio, mientras que en octubre y noviembre se anticipan precipitaciones por encima de lo normal, aumentando así las probabilidades de afectación directa o indirecta por ciclones tropicales. Cabe mencionar que este pronóstico podría cambiar dado que aún existe incertidumbre en las previsiones a largo plazo.
