Tegucigalpa. – Millares de hondureños visitaron este sábado desde muy temprano a coronar y llevar flores a sus muertos en los diferentes campos santos del país, hoy cuando se conmemora el Día de Difuntos.
En ese sentido, cientos de vendedores de flores y coronas se han ubicado en los alrededores de los panteones para ofrecer sus productos a los parientes de las personas enterradas en los cementerios.
El espíritu de esta fecha es más de celebración que de luto; las tradiciones en Honduras se enfocan en recordar con flores y hasta música a familiares y amigos que ya partieron al más allá.
La celebración del día de los muertos en Honduras, es una tradición que está marcada por la visita a los cementerios, donde los familiares colocan flores, limpian las tumbas y mausoleos y elevan sus oraciones, para pedir por los familiares que se les adelantaron en el viaje eterno y cada región tiene sus propias características.
En el occidente del país, característicamente en los poblados lencas, se acostumbra esperar la llegada de las fechas con ayote endulzado con panela (rapadura de dulce) y canela y colocado en ollas de barro que se dejan cerca de las puertas de entrada a las casas para que los muertos puedan degustar los sabores y compensar la generosidad con cosechas abundantes, estos en los municipios de Copán, Santa Bárbara y Lempira, donde aún conservan este ritual.
Hay una letanía que dice así: “Ánimas somos, del cielo venimos, ayote pedimos si no nos dan, no cosecharán”.
En el sur de Honduras, especialmente el departamento de Valle se mantiene vivas sus tradiciones para recordar y homenajear a sus muertos. La celebración en el municipio de Goascorán, uno de los más tradicionales poblados, se rinde homenaje a los muertos con música de banda que también se conoce como “currunchunchun”.
Una visita a un cementerio podrá ser poco convencional e incluso considerado macabro, pero el día de los muertos puede ser la ocasión ideal para conocer uno.