Tegucigalpa. – La Iglesia Católica hondureña en la voz del cardenal Óscar Andrés Rodríguez cuestionó una vez más los narconegocios existentes en el país, durante la homilía dominical celebrada hoy en la catedral metropolitana San Miguel Arcángel de esta capital.
Además, de condenar los narconegocios, el prelado también se refirió a la violencia que impera en Honduras.
“Piensan que gozar es buscar apropiarse del dinero a como dé lugar, aunque sea con la corrupción, el narconegocio y la violencia”, fustigó el arzobispo de la arquidiócesis de Tegucigalpa.
En la homilía correspondiente al XXXII domingo del tiempo ordinario, el purpurado recalcó que Dios no es un Dios de muertos sino de vivos, porque para él todos están vivos.
En ese sentido, reprochó que a muchos hermanos y hermanas se les olvidara el mensaje de Dios, “Dios no quiere no la muerte, quiere la vida”.
Citó que Jesús explicó a los saduceos que en la vida presente morimos, pero los hijos de Dios van a resucitar y vivir como los ángeles. La respuesta de Jesús sigue dos caminos. Por un lado, no acepta que el estado del hombre resucitado sea un calco del estado presente. Tener muchos hijos en Palestina era una bendición del cielo; morir sin hijos, la mayor de las desgracias, el peor de los castigos celestiales.
Señaló que, existen muchos jóvenes desviados del sentido de la vida y se sienten autorizados a quitar la vida.
“Pero no es metiéndolos en cárceles y matándolos, es anunciándoles al Dios de la vida”, como ellos pueden cambiar.
Consideró que, la violencia que existe en Honduras es irracional y que la sangre de las víctimas clama a Dios.
“No es posible que sigamos en esa cultura de la muerte, es necesario anunciar al Dios de la vida, respetara la vida y enseñar a respetarla”, reprochó el líder religioso.
“Nuestro futuro no está en manos de la violencia ni de la muerte, está en manos de Dios, del Dios de la vida”, continuó.
Finalmente, instó a orar a Dios y creer en Él pues quien así lo haga vivirá para siempre.