Tegucigalpa – La economía hondureña enfrenta una potencial amenaza tras la propuesta del senador Mike Lee, representante republicano por Utah, quien sugiere implementar un gravamen a las remesas enviadas por migrantes hondureños, condicionando las transferencias a la verificación del estatus migratorio legal de los remitentes.
Mario Palma, economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), advierte sobre las graves implicaciones de esta medida, destacando que más del 80% de las remesas que recibe Honduras provienen de Estados Unidos.
Según datos del Banco Central, estas transferencias alcanzaron más de nueve mil millones de lempiras el año pasado, constituyendo más de un cuarto del PIB nacional.
El impacto social de esta propuesta podría ser devastador, considerando que el 85% de las familias receptoras destinan estos recursos principalmente a necesidades básicas:
- Alimentación
- Servicios de salud
- Educación
- Mejoras en vivienda (4%)
Además, el estudio del Banco Central revela que el 30.5% de los hondureños residentes en el exterior realizan envíos adicionales anuales para diversos propósitos, incluyendo construcción, eventos familiares, adquisición de propiedades y gastos médicos, entre otros.
Esta iniciativa legislativa podría representar uno de los mayores desafíos para la economía hondureña en años recientes, amenazando uno de los pilares fundamentales del sostenimiento familiar y el desarrollo económico nacional.