Valencia. – El Ayuntamiento de Valencia, España, inauguró el jardín que lleva el nombre de la extinta ambientalista y lideresa indígena Berta Cáceres, cuyo caso es mundialmente conocido.
En ese sentido, sin duda el legado de la extinta ambientalista hondureña, Berta Cáceres, trascendió las fronteras del mundo y un evidente ejemplo del reconocimiento a su notable trayectoria es que el Ayuntamiento de Valencia, España, le puso su nombre a un lindo jardín.
Las autoridades valencianas brindaron este homenaje a Berta Cáceres, una lideresa indígena que luchó hasta las últimas instancias por defender los derechos del pueblo lenca sobre sus recursos como el rio Gualcarque, donde se pretende echar a andar el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca por parte de la empresa Desarrollos Energéticos S.A. (DESA).
Cabe mencionar que, el nuevo pensil se localiza entre las calles Rubén Darío y Palencia, aledañas a la Plaza Xúquer y a la Plaza de Honduras, en Valencia.
Durante la ceremonia de inauguración en conmemoración al Día Internacional de la Mujer Indígena que se celebra cada 5 de septiembre, participaron el vicealcalde de Ecología Urbana, Sergi Campillo y la concejala de Cooperación al Desarrollo y Migración, Maité Ibáñez.
“Con este gesto queremos honrar su memoria y honrar también a todas las activistas a nivel mundial que trabajan en la defensa del medio ambiente”, señaló Campillo.
Por su lado, Ibáñez refirió que fue el ayuntamiento quien propuso “homenajear a esta mujer luchadora, tanto por su activismo por la defensa del medio ambiente como por los derechos humanos”.
De esta manera, aseveró que buscan visibilizar la labor de ambientalistas que son asesinadas, especialmente en el continente americano.
Es preciso recordar que, el pasado 12 de junio de 2019, también se inauguró otro jardín en honor a Cáceres, solo que en Chamartín, España.
La ecologista y líder indígena había ganado notoriedad internacional en abril de 2015 al recibir el prestigioso Premio Goldman, conocido como «el Nobel del medio ambiente».
Berta Cáceres fue asesinada el 2 de marzo de 2016 a manos de individuos que ingresaron a su vivienda en La Esperanza, Intibucá, donde también resultó herido su amigo mexicano Gustavo Castro.
