Tegucigalpa – El director de Aduanas de Honduras, Fausto Cálix, reveló detalles impactantes sobre los 493 kilos de fentanilo incautados el pasado 8 de noviembre en el Puerto Cortés.
Según sus declaraciones, esta carga estaba destinada a una droguería en el Bulevar Morazán de Tegucigalpa, la capital del país.
Cálix informó que la droguería en cuestión es el punto final de este envío de fentanilo, pero debido a las restricciones legales y la actual investigación en curso, no proporcionó más detalles sobre la identidad de la droguería ni el proceso de importación.
El decomiso, que tuvo lugar en la aduana de Puerto Cortés, reveló alrededor de 50 mil dosis del peligroso opioide.
El funcionario resaltó las irregularidades en el proceso de importación de esta sustancia, destacando permisos vencidos, discrepancias en las cantidades autorizadas por la Agencia de Regulación Sanitaria (Arsa) y desajustes en las modalidades de la operación.
Subrayó que aunque ciertos precursores químicos pueden ser importados de manera controlada para fines médicos, en este caso, la cantidad excedía las autorizaciones, los permisos estaban vencidos y las declaraciones no coincidían, indicando claramente que había otros intereses involucrados en esta situación.
