TEGUCIGALPA, HONDURAS – Lucky Medina, titular de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna), confirmó este lunes que la construcción de dos nuevas instalaciones penitenciarias en Honduras comenzará este mes de julio.
Este anuncio incluye la creación de una cárcel de máxima seguridad en la Isla del Cisne, apodada la «Alcatraz hondureña», diseñada para albergar a dos mil criminales, y un Centro de Reclusión Especial entre los departamentos de Olancho y Gracias a Dios, con capacidad para 20 mil reclusos.
El Instituto Nacional Penitenciario (INP) ha completado los procesos de precalificación de empresas, seleccionando 16 para la primera etapa del proyecto y 12 para la siguiente. “El INP tiene previsto iniciar la construcción en este mes de julio», informó Medina.
La decisión se produce tras la reciente aprobación de una licencia ambiental que ha generado controversia entre defensores ambientales y la comunidad local, quienes temen por el impacto ecológico en la Isla del Cisne.
La construcción de la instalación en Isla del Cisne incluirá tecnologías sostenibles como una granja solar y plantas de tratamiento de aguas residuales para minimizar el impacto ambiental.
El proyecto, que se estima costará unos 80 millones de dólares (2 mil millones de lempiras), se divide en dos fases, siendo la primera la aprobación de estudios ambientales y la segunda la implementación de la infraestructura necesaria.
Mientras tanto, el centro de reclusión entre Olancho y Gracias a Dios se centrará en albergar a reclusos de alta peligrosidad, en un esfuerzo por mejorar la gestión de la población carcelaria en el país y reducir la sobrepoblación en otras instalaciones.
Estos desarrollos forman parte de un esfuerzo mayor del gobierno hondureño para combatir la criminalidad y mejorar las condiciones de seguridad nacional, aunque continúan enfrentando resistencia por preocupaciones de corrupción y manejo ético de la construcción y operación de estas instalaciones.