Tegucigalpa – La bancada del Partido Salvador de Honduras (PSH) alzó su voz enérgicamente este jueves en contra de lo que consideran un plan maquinado desde la presidencia del Congreso Nacional. El objetivo de este presunto plan sería acusar criminalmente a las diputadas Fátima Mena, Iroshka Elvir y Suyapa Figueroa, un movimiento que ha suscitado preocupación y controversia en la esfera política hondureña.
El líder de la bancada, Jhosy Toscano, hizo hincapié durante una conferencia de prensa en la presunta motivación detrás de esta medida, argumentando que las acusaciones giraban en torno a la participación activa de las diputadas en las recientes sesiones extraordinarias de la oposición.
Sus declaraciones fueron respaldadas por revelaciones proporcionadas por el abogado René Adán Tomé, quien, según Toscano, actúa como asesor del presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo.
Más allá de las alegaciones, Toscano emitió una advertencia severa, declarando que si continuaba la supuesta persecución política contra las vicepresidentas del Congreso Nacional, él se negaría a asistir a la convocatoria para una reunión prevista para el próximo lunes.
El tono de indignación aumentó cuando denunció que el personal de la bancada del PSH había sido desalojado de sus oficinas y atacado por individuos presuntamente afiliados al Partido Libertad y Refundación (Libre).
Toscano también censuró enérgicamente el hecho de que la puerta de la oficina de la diputada Iroshka Elvir había sido bloqueada con cadenas y candados, lo que agravó aún más las tensiones existentes.
Toscano concluyó sus declaraciones con un rechazo contundente a la idea de sentarse a dialogar en un clima de hostilidad y desconfianza. Con firmeza, afirmó que no podían entablar conversaciones con aquellos que acusaban a su bancada de estar tramando un Golpe de Estado, una afirmación que, según él, carecía de fundamentos sólidos y rozaba la ridiculez en el contexto político actual de Honduras.
