Nueva York – El expresidente Juan Orlando Hernández se enfrentó al contrainterrogatorio de la Fiscalía estadounidense en el juicio por narcotráfico, una escena que capturó la atención dentro de la sala 26B de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
La Fiscalía comenzó indagando sobre el testimonio explosivo de Fabio Lobo, quien acusó a su propio padre de aceptar sobornos mientras era presidente. Ante esto, Hernández respondió con cautela: «Lo escuché, pero no puedo confirmar su veracidad», dejando una sombra de duda en la atmósfera judicial.
El expresidente admitió que Alex Ardón, una figura clave en el juicio, asistía a eventos del Partido Nacional, pero su acceso era intermitente. Las preguntas sobre la relación de Ardón con su campaña política se encontraron con un muro de «no recuerdo» por parte de Hernández, generando un aire de misterio en torno a sus conexiones políticas.
Cuando se le mostró una fotografía en la que aparecía con unos jóvenes y una mujer, la pregunta sobre si conocía a los hijos de Geovanny Fuentes Ramírez, un personaje importante en el caso, recibió una respuesta evasiva: «He conocido a tantos niños», una respuesta que no hizo sino aumentar las especulaciones sobre sus relaciones y asociaciones.
En relación con el encuentro con Fuad Jarufe, Hernández admitió que se trataba de asuntos financieros, pero evitó entrar en detalles sobre la naturaleza de las transacciones.
La cuestión de si utilizó la Constitución de Honduras para prolongar su mandato se encontró con una negativa categórica, aunque las circunstancias históricas sugieren lo contrario.
La admisión de que la mayoría de la cocaína que ingresa a Honduras termina en los Estados Unidos, junto con los detalles sobre la extradición de Arnulfo Valle y Luis Valle, añadieron un elemento de drama al interrogatorio.
Hernández trató de distanciarse de los narcotraficantes, alegando que no recibió su apoyo político, a pesar de la evidencia fotográfica que sugiere lo contrario.
El testimonio concluyó con una discusión sobre la ubicación del teléfono de Geovanny Fuentes Ramírez, donde la embajada de Estados Unidos fue el punto focal en lugar de la Casa Presidencial, un detalle que podría tener ramificaciones importantes en el caso.
El juez Kevin Castel anunció que el interrogatorio continuará al día siguiente, con la anticipación de declaraciones finales y deliberaciones que prometen mantener la tensión en el juicio.
