Tegucigalpa – En un pronunciamiento contundente, el precandidato presidencial del Partido Liberal, Jorge Cálix, pidió la renuncia inmediata de la familia presidencial tras la divulgación de un video en el que aparece Carlos Zelaya, cuñado de la presidenta Xiomara Castro, en una reunión con narcotraficantes.
El encuentro, registrado en 2013, tenía como propósito acordar la entrega de varios millones de lempiras para la campaña electoral del partido Libertad y Refundación (Libre).
Durante su intervención, Cálix lucía una camiseta blanca con la frase: “La mitad es para el comandante”, en alusión a las palabras que Carlos Zelaya le habría dicho al capo Devis Leonel Rivera Maradiaga sobre un acuerdo de 650 mil dólares para Libre.
El precandidato liberal destacó que este escándalo revela una profunda corrupción en el círculo más cercano de la presidenta Castro y que, lejos de minimizarlo, la mandataria debería asumir la responsabilidad política correspondiente.
Cálix criticó el reciente discurso de Castro, calificando como un «intento desesperado» la teoría del complot para desestabilizar su gobierno, señalando que esto busca distraer a la ciudadanía del grave narcoescándalo.
“Es inaceptable que la presidenta quiera restar importancia a este video. Las evidencias que vinculan a su cuñado con narcotraficantes son claras e innegables”, enfatizó.
En nombre de la decencia y la moral que la familia Zelaya-Castro afirma defender, Cálix exigió que tanto la presidenta como su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, su hijo Héctor Zelaya, secretario privado, y su hija, la diputada Xiomara Zelaya Castro, renuncien de inmediato.
Además, incluyó en su solicitud a los altos mandos militares cuñados de Carlos Zelaya, los generales Guillermo Rosales Rubio y César Rosales Rubio, destacando que no se puede liderar el país bajo el manto de la corrupción y el narcotráfico.
Cálix subrayó que la verdadera amenaza a la democracia hondureña no es un complot internacional, sino la corrupción y los nexos con el narcotráfico dentro del actual gobierno.
“La renuncia de la presidenta y su entorno cercano es una necesidad urgente para restaurar la paz y la gobernabilidad en Honduras”, concluyó.