Tegucigalpa – La controversia sobre la presencia militar estadounidense en Honduras tomó un nuevo giro cuando el precandidato presidencial Jorge Cálix vinculó la reciente advertencia de la presidenta Xiomara Castro con presuntos intereses del «familión», sugiriendo que la base militar de Palmerola obstaculiza ciertos «negocios familiares».
Respondiendo al mensaje presidencial del 1 de enero de 2025, donde Castro advirtió sobre una posible revisión de la cooperación militar con Estados Unidos ante eventuales deportaciones masivas, Cálix enfatizó el papel crucial de la base como centro de operaciones antinarcóticos en Centroamérica.
«Por esta razón el familión quiere retirar esta base de Honduras, porque afecta sus negocios familiares, al igual que la extradición y por eso la quitaron», afirmó el político.
El precandidato también cuestionó la viabilidad legislativa de tal decisión, señalando que el partido gobernante Libre no cuenta con los votos suficientes en el Congreso Nacional para aprobar dicha medida.
En su lugar, Cálix instó al gobierno a enfocarse en iniciativas como la ampliación del TPS o la atracción de inversiones para crear oportunidades laborales que reduzcan la migración.
La Base Aérea Soto Cano en Palmerola, establecida en 1982, alberga actualmente a la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo del Comando Sur estadounidense, con más de mil efectivos entre militares y civiles de ambos países.
La instalación mantiene capacidades operativas avanzadas y juega un papel estratégico en la región, particularmente en operaciones antinarcóticos.