Tegucigalpa – Julieta Castellanos, ex rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), llamó la atención sobre una iniciativa política del partido Libertad y Refundación (Libre) para instalar la familia presidencial por múltiples mandatos.
“Ellos tienen un interés político de instalar a la familia presidencial por más de un periodo en el gobierno y sobre todo lo que ha quedado muy claro es emplear a todo un núcleo familiar en los cargos más importantes del gobierno”, dijo.
Todo hace pensar, según el sociólogo hondureño, que Libre no esperaba ganar las elecciones (probablemente sin esperarlo), lo que significa que no estaban preparados para gobernar.
Agregó que “No tenían un panorama económico claro de cómo sacar al país de los problemas, aunque desde luego sí tienen un proyecto político y de hecho han desarrollado una agenda política”.
“Era prioridad para Libre decretar una Ley de Amnistía y lo hicieron prácticamente en el mes de la primera reunión del Congreso Nacional y con eso ellos pudieron liberar a las personas a varios imputados entre ellos líderes de Libre”, recordó.
La derogación de la Ley de Trabajo por Horas y la Ley de Secretos fue otra de las promesas de Xiomara Castro, pero el gobierno ha reconocido que el proceso para designar la Comisión Internacional Anticorrupción (CICIH) avanza muy lentamente.
Para Castellanos, no hay voluntad de continuar con la instalación de la CICIH a pesar de las leyes que la ONU ha exigido sean derogadas, incluida la aprobación de la Ley de Colaboración Efectiva.
Otro tema que aún no resuelve el partido de gobierno es la aprobación del deslinde del Golfo de Fonseca.
A diferencia de otros analistas, el sociólogo aseguró que Libre tiene el camino claro, y “eso se demuestra en los hechos, ahora mismo con la incorporación de la relación con China Continental es parte de su agenda, ellos se ocupan en su agenda al margen de que los problemas económicos y la gobernabilidad afloren en el país”.
Por otro lado, remarcó que actualmente los médicos ocupan cargos de diputados en el Congreso y “opinan de todo, pero no están luchando por implementar nuevos modelos de salud”.
