Tegucigalpa – La exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, ha expuesto su visión sobre la reciente salida de Jorge Cálix del Partido Libertad y Refundación (Libre), sugiriendo que el control del partido por parte de la familia Zelaya es un factor clave en su partida.
En un análisis profundo, Castellanos señaló que «hay un tema de poder» que rige la dinámica actual en Libre, marcada especialmente por la intervención en el Instituto de la Propiedad (IP), vista como un signo de ruptura de los acuerdos previos de 2022.
«Libre esperaba que Cálix no siguiera adelante con sus aspiraciones, considerando que ya tienen una candidatura oficialista», comentó la socióloga.
Según Castellanos, el episodio de enero de 2022, cuando se eligió la junta directiva del Congreso Nacional, fue decisivo. Aunque inicialmente se intentó calmar las tensiones otorgando cierto control a Cálix sobre algunas instituciones estatales, esta medida se fue deteriorando con sucesivas críticas y destituciones.
«El coordinador de Libre, al parecer, siente que concediendo más espacio a Cálix, pierde control del partido», explicó Castellanos, indicando que la familia Zelaya no está dispuesta a ceder poder dentro de la estructura partidaria.
Esta situación ha llevado a Jorge Cálix a tomar la decisión de abandonar Libre y explorar posibles acercamientos con el Partido Liberal.
Cálix ha expresado su decepción con la dirección que ha tomado el partido, criticando que se ha transformado en «una empresa familiar sin ideas» y que se rige por «odio y desprecio», alejándose de los principios democráticos sobre los que fue fundado.
Castellanos concluye que la división dentro de Libre representa un desafío significativo para la reconciliación interna, dada la reluctancia de la familia Zelaya a compartir el poder.