Tegucigalpa – El presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de Honduras (Codeh), Hugo Maldonado, no escatimó en calificativos al referirse a la juramentación del Fiscal General Johel Zelaya y adjunto Marcio Cabañas, junto con las nuevas autoridades del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), la Unidad de Política Limpia, el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) y el Tribunal de Justicia Electoral (TJE), como un golpe severo a la democracia.
Con un tono crítico, Maldonado describió el evento como un zarpazo contra los cimientos democráticos de Honduras, afirmando que nunca antes se había presenciado una acción de esta magnitud en la joven democracia del país.
La repentina toma de decisiones, según él, arrojó a la sociedad hondureña a un marcador de cinco goles en contra, dejando a la ciudadanía en una situación desfavorecida.
Para Maldonado, lo sucedido en la sesión legislativa número 7 de la tercera legislatura trasciende el ámbito político y se adentra en el terreno de los negocios turbios.
Criticó enérgicamente el hecho de que los acuerdos se pactaran de manera opaca y sin transparencia, dejando a los propios diputados en la penumbra sobre las decisiones que estaban tomando.
Predijo que los detalles de estos «negocios» se revelarán en los próximos seis meses, arrojando luz sobre las maquinaciones que tuvieron lugar en la sesión legislativa.
Asimismo, Maldonado señaló la paradoja de la polarización política en Honduras, donde figuras políticas son señaladas como corruptas y vinculadas al narcotráfico, mientras que, paradójicamente, se negocian acuerdos con estos mismos actores para alcanzar mayorías legislativas.
Esta situación, según él, evidencia la complejidad y contradicciones en el sistema político hondureño, donde las alianzas pragmáticas a menudo prevalecen sobre los principios éticos y democráticos.
