Marzo de 2025 será un mes más -¡otro!- para el recuerdo para El Pirata Más Stone… y para el cuadro…
Es que el reconocido guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, fue honrado con el Primer Premio a la Excelencia del Gobernador de Connecticut. Este galardón reconoce su extraordinaria carrera en la música, y sus esfuerzos y contribuciones a la comunidad de Connecticut, estado que fue su hogar durante más de 40 años.
Por Infobae
La entrega del premio tuvo lugar en una biblioteca de Westport, localidad vecina a Weston, donde Richards reside junto a su familia, informa Far Out.
A lo largo de su vida, el guitarrista británico fue un referente en el mundo del rock, pero su impacto trascendió el ámbito musical. Durante la ceremonia, el gobernador de Connecticut, Ned Lamont, destacó cómo la influencia de Richards “enriqueció la cultura global, y la vida de los habitantes de Connecticut”.
La contribución de Keith Richards a la comunidad de Connecticut
El gobernador Lamont elogió a Richards por su involucramiento en diversas iniciativas sociales, subrayando su dedicación a causas que benefician a la comunidad local. En particular, Lamont mencionó su apoyo a SPHERE, una organización que trabaja para mejorar la vida de adultos con discapacidades, y a The Prospector Theater, una compañía que ofrece empleo significativo a personas con discapacidades a través del cine.
Richards también fue un defensor activo de las artes, la educación y la accesibilidad en todo el estado, dejando claro que su influencia no se limita únicamente al mundo de la música.
“Keith dejó una marca imborrable en la música, dedicando tiempo, recursos y energía para apoyar a quienes lo necesitan en la comunidad”, afirmó Lamont. La aportación del guitarrista a causas como la integración social y el empleo para personas con discapacidades fue clave para muchos en Connecticut, creando un impacto duradero que sigue siendo relevante en la región.
Una vida alejada del bullicio de las grandes ciudades
Durante la ceremonia, Keith Richards compartió sus sentimientos de gratitud y humildad por el premio recibido. “Uno se queda sin palabras con algo como esto colgado del cuello”, comentó, mientras expresaba lo especial que fue para él recibir este reconocimiento en el estado que fue su hogar durante tanto tiempo.
Richards destacó la importancia de Connecticut en su vida personal, agradeciendo a la comunidad por brindarle un espacio donde su familia y él pudieron llevar una vida tranquila, alejada del ajetreo de las grandes ciudades.
El guitarrista reflexionó sobre su decisión de mudarse a Weston, una pequeña ciudad que, según él, le ofreció el ambiente perfecto para criar a sus hijos.
“Me interesé cuando los niños llegaron aquí y dije que tenía que sacarlos de la ciudad de Nueva York para que pudieran tomar un poco de aire fresco”, explicó. Para Richards, la vida en Connecticut fue una verdadera bendición, tanto para él como para su familia.
Al alejarse del ruido y el caos de Nueva York, Richards pudo encontrar la calma y el equilibrio necesarios para disfrutar de una vida más serena y familiar.
Un legado más allá de la música
El premio a la Excelencia del Gobernador es un reconocimiento a los logros de Richards en la música, y una muestra del impacto que tuvo como miembro comprometido de su comunidad.
A pesar de ser una figura mundialmente conocida, Richards logró integrar su vida personal y profesional de manera que dejó una huella positiva en la región de Connecticut. A través de su trabajo con organizaciones locales, su apoyo a las artes y su dedicación al bienestar social, demostró que su influencia va más allá de los escenarios.
“Desde entonces, tuvimos una vida genial”, dijo Richards, refiriéndose al cambio que supuso mudarse a Weston hace más de cuatro décadas. Para él, Connecticut representa un lugar físico, y un refugio que le permitió ser una persona más accesible y cercana a su comunidad.
“Estoy increíblemente feliz por todo, especialmente por cosas como esta, porque no las tienes todos los días”, agregó, celebrando el premio como una de esas raras ocasiones que marcan la vida.
Este galardón, que reconoce tanto su legado artístico como su compromiso social, es un reflejo de cómo un artista puede utilizar su fama y recursos para generar un impacto positivo en su entorno.
Keith Richards dejó una marca imborrable en la historia de la música, demostrando que la verdadera grandeza radica en el servicio y el compromiso con la comunidad que lo acoge.
