Tegucigalpa – Santiago Herrera, el gerente de política económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), ha expresado su preocupación acerca de las nuevas regulaciones en las subastas de divisas, argumentando que estas medidas están complicando la actividad económica de las empresas en Honduras.
Desde la perspectiva del sector privado, Herrera destaca que previamente se encontraban satisfechos con la forma en que se manejaba el mercado de divisas, que estaba en manos de los bancos, y permitía una rotación de divisas basada en las necesidades de los clientes.
Sin embargo, el Banco Central de Honduras (BCH) ha optado por volver a un mecanismo administrado, específicamente a través de subastas. Herrera considera que esta decisión debería basarse más en instrumentos de política monetaria que en un mecanismo administrativo como las subastas.
Herrera señala que en el proceso de subasta, se han observado comportamientos de actores del mercado que han llevado a una reducción de los niveles disponibles para las solicitudes de divisas, tanto para personas jurídicas como particulares.
Aunque el BCH ha recibido aproximadamente 6 mil millones de dólares, aún enfrenta una demanda pendiente de alrededor de 13 mil millones de dólares, lo que crea una complicación para la actividad económica y las operaciones de las empresas.
El problema radica en que las empresas necesitan financiar sus operaciones en lempiras para luego adquirir dólares, pero la volatilidad y la incertidumbre en las subastas dificultan la planificación financiera y aumentan la carga financiera para las empresas.
Herrera advierte que, si esta situación continúa, podría tener un impacto negativo en la inflación y en la estabilidad económica en general. Por lo tanto, aboga por la implementación de políticas coherentes que aborden este tipo de desafíos de manera integral.