Aunque no tiene fuerza legal, los defensores del uso de la bicicleta han aplaudido la declaración que trata de hacer de Europa un lugar más favorable a la bicicleta, como un importante reconocimiento de los beneficios para la salud y el medio ambiente y un hito en la política de transporte de la UE.
Por Euronews
El uso de la bicicleta es «una de las formas más sostenibles, saludables y eficientes» de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, según han acordado los Gobiernos de la UE, que se han comprometido a construir más carriles bici y aparcamientos seguros, mejorar la seguridad de los ciclistas y promover planes para fomentar el paso de las cuatro ruedas a las dos.
Este compromiso forma parte de la ‘Declaración Europea sobre el Uso de la Bicicleta’, firmada esta semana en Bruselas durante una reunión de ministros de Transporte organizada por Bélgica, país que actualmente preside las conversaciones intergubernamentales en calidad de Presidencia de turno del Consejo de la UE.
Los Gobiernos se comprometen a «aumentar significativamente la seguridad y coherencia de las infraestructuras ciclistas en toda Europa» y a incrementar la seguridad para los ciclistas, «en particular mediante la separación física de los carriles bici del tráfico motorizado cuando proceda, o garantizando velocidades seguras en el tráfico mixto».
La Federación Europea de Ciclistas acogió con satisfacción la declaración. «Hoy celebramos… un logro verdaderamente histórico», declaró la directora del grupo de defensa, Jill Warren. «Esta declaración tiene el potencial de desbloquear los beneficios de la bicicleta para millones de ciudadanos europeos».
La declaración también recibió el respaldo del Parlamento Europeo, que a principios del año pasado había pedido al ejecutivo de la UE que desarrollara una estrategia específica para el uso de la bicicleta con el objetivo de duplicar el número de kilómetros recorridos en bicicleta en toda la unión para 2030.
Bélgica, Luxemburgo, Austria, Irlanda, Dinamarca y los Países Bajos, Estados miembros de la UE favorables al uso de la bicicleta, también contribuyeron al impulso generado por el aumento del uso de la bicicleta y el despliegue de carriles bici durante la pandemia de cólera en 2022. A ellos se sumaron posteriormente otros diez, entre ellos Francia y España.
El pasado mes de octubre, la Comisión Europea presentó un proyecto de declaración conjunta de la UE. El texto firmado esta semana por las tres instituciones de la UE no iba tan lejos como quería el Parlamento, sin objetivos concretos ni obligaciones legales, pero fue saludado como «un paso importante» por el viceprimer ministro belga, Georges Gilkinet.
«La declaración es el primer texto europeo que establece una política general sobre el uso de la bicicleta», declaró Gilkinet, también ministro de Movilidad belga, al término de la reunión ministerial de dos días que presidió. «Por primera vez se reconoce a la bicicleta como elemento de la política de movilidad a escala europea», declaró.
La comisaria de Transportes, Adina Valean, que firmó en nombre del Ejecutivo de la UE, dijo que la aplicación de los compromisos establecidos en la declaración correspondía a los Gobiernos y regiones «que decidan hacerlo».
No obstante, subrayó que la Comisión había tratado de fomentar el uso de la bicicleta a través de otros instrumentos legislativos, como una ley sobre derechos de los pasajeros recientemente adoptada que obliga a los operadores ferroviarios a habilitar espacios para el transporte de bicicletas.
La cumbre ministerial también dio lugar a una Declaración de Bruselas sobre «la movilidad del mañana», en la que, además de hacerse eco de los principales puntos del acuerdo sobre el uso de la bicicleta, también se pide a la próxima Comisión que haga «de la transferencia modal hacia el transporte ferroviario un objetivo central de la política europea de movilidad».