El 2024 ha sido un año de recuperación para la economía uruguaya, tras dejar atrás un año crítico.
Por Infobae
El 2023 será recordado por ser el año de una grave sequía –que amenazó con dejar sin agua potable al país– y por los cruces masivos a Argentina para hacer compras, lo que tuvo un impacto negativo en el comercio.
El Producto Bruto Interno (PBI) de Uruguay registró un crecimiento de 0,6% en comparación al trimestre anterior. Si se compara este período con el mismo lapso del 2023, el crecimiento del país fue de 4,1%, según los datos informados por el Banco Central del Uruguay (BCU).
El dato refleja un crecimiento generalizado de la producción. Se destaca el incremento de actividades de la industria manufacturera, y el comercio, alojamiento y suministro de comidas y bebidas.
En el período se registró también una reducción de la demanda interna y un aumento de la demanda externa, que se vio reflejado en el crecimiento del 11,8% del volumen de exportaciones. Las importaciones, en tanto, tuvieron una caída de 2,1%.
Otra clave para el crecimiento del PIB uruguayo fue la reapertura de la refinería de la petrolera estatal Ancap, que estuvo cerrada por tareas de mantenimiento y, por tanto, aumentó su producción con respecto al 2023. También impactó la puesta en funcionamiento de la tercera planta de celulosa en el país.
El crecimiento de Uruguay está “en línea con lo esperado”, según interpretó la consultora Exante en la red social x. La suba acumulada en el período enero-septiembre es de 2,9%. “Estos datos recogen el fuerte rebote post sequía en agro y energía. A nivel de la demanda, el crecimiento estuvo impulsado por el sector externo. En cambio, el consumo privado volvió a mostrar un peor desempeño a lo esperado en el tercer trimestre, dejando un crecimiento de apenas 1% interanual en el acumulado enero-septiembre”, dice el posteo.
El dato conocido este jueves eleva levemente por encima las proyecciones que los analistas tenían para 2024, un año en el que estimaban que Uruguay crecería entre el 3,3% y el 3,5%. Los expertos consultados en el diario uruguayo El País aseguran, sin embargo, que el 2025 será desafiante para el gobierno entrante de Yamandú Orsi.
“Así como en el último bienio la economía uruguaya fue de menos a más, en el que viene (2025-26) podría ir de más a menos”, resumió el economista Aldo Lema en la red social X. “Las perspectivas de la economía uruguaya para el 2025 están mayoritariamente determinadas por ciertos aspectos estructurales, el contexto externo en general adverso y las condicionalidades iniciales para las políticas macro”, agregó.
El gobierno del frenteamplista Yamandú Orsi deberá lidiar con “el desafío de impulsar el crecimiento luego de una década que promedió un aumento de la actividad levemente superior al 1%”, declaró el analista de CPA Ferrere Giuliano Cantisani. La consultora prevé para el 2025 un crecimiento del 2,5%.
“Entre los principales factores que incidirán al alza se destaca una temporada turística que luce relativamente auspiciosa en comparación con los últimos años (por el cierre de la brecha de precios con Argentina, aunque la depreciación acumulada del real encarece relativamente a Uruguay frente a los brasileños). En contraste, el panorama internacional ha dado un giro luego del triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, volviéndose más incierto y desafiante de cara al 2025″, señaló.
A nivel global, el dólar se fortalece frente a las monedas emergentes. Y existe la “amenaza” de una guerra comercial que empeora la situación del “débil crecimiento de China”.
Marcelo Sibille, de la consultora KPMG, proyecta que en 2025 habrá un “menor dinamismo” de las exportaciones, pero destacó que también “hay expectativa de una gran temporada turística por la mejor relación de precios con Argentina”.
