Tegucigalpa – El mensaje de monseñor Vicente Nácher durante el vigésimo octavo domingo del tiempo ordinario se centró en recordar a los hondureños olvidados del orden social y económico, así como a aquellos que enfrentan dificultades en los desafíos de la vida.
Durante la lectura del padre Orvin David Morales en la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, el jerarca de la Iglesia Católica en Honduras hizo un llamado a llevar siempre el traje del amor, el respeto y la ternura, viviendo con justicia y verdad.
El arzobispo Nácher destacó la importancia del banquete en la época de Jesús, donde la posición y la participación en el evento reflejaban el estatus social. Haciendo alusión a los eventos del Sínodo en el Vaticano, comparó las mesas redondas y la disposición del espacio con el banquete del que habla el evangelio del día.
Enfatizó que el banquete del reino de Dios no está definido por los invitados, sino por el anfitrión divino, que invita a aquellos que otros olvidan en los desafíos de la vida.
El prelado lamentó la resistencia de algunos a un reino de Dios que incluya a los excluidos del orden social y económico, así como su reticencia a compartir la mesa con aquellos que sufren en la vida.
Señaló la importancia de no solo asistir al banquete eucarístico, sino de vivir un estilo de vida coherente con los valores cristianos, llevando siempre el traje del amor, el respeto y la ternura.
Nácher también resaltó la importancia de la vestimenta simbólica que Dios ha otorgado a los cristianos, tanto el traje «de gala» para participar en el banquete celestial de la misa dominical, como el traje «de trabajo» para vivir en la semana con justicia y verdad, acercándose a aquellos que se sienten alejados y desalentados en la vida.