Tegucigalpa. – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, en su homilía dominical, se refirió a la celebración del Día de todos los Santos, sobre las bienaventuranzas y además felicitó al personal de salud que está en primera línea en el combate de la pandemia del Covid-19.
La homilía de este domingo fue dedicada a la fiesta de todos los Santos, a orar por el papa Francisco y en la santa eucaristía de manera especial el cardenal puso en manos del Señor Jesucristo el desarrollo del trabajo y la actividad periodística de cada uno de los colaboradores de la radioemisora HRN, la primera casa radial del país que un día como hoy, un primero de noviembre de 1933, comenzó a informar y a orientar al pueblo hondureño.
“Agradecemos a cada uno de los periodistas, técnicos, productores, editores y ejecutivos que engrandecen con su labor a la voz de Honduras y ofrecemos también esta acción de gracias por doña Dina Ferrari y don Manuel Villeda Toledo que han continuado ese bellísimo legado que han dejado don Rafael Ferrari y doña Rosario Sagastume y don José Rafael y de Tachi”, expresó el prelado.
Rodríguez refirió que Jesús en las bienaventuranzas se dirige a las personas que viven en situaciones dolorosas, a los pobres, a los que pasan hambre, los que lloran, pero también los que viven actitudes semejantes al mismo.
“La bienaventuranza son la carta magna de la vida cristiana, del seguimiento de Jesús, de la salvación futura, son los puntos más determinantes con los cuales Jesús ha pretendido una nueva humanidad, son la expresión del nuevo ser humano fundado en Cristo”, externó.
“Jesús quiere proclamar el reino de Dios y quiere enseñarnos a vivir los valores de ese reino, al que Jesús dedica su vida apasionadamente haciendo el bien a todos”, señaló.
Asimismo, se refirió a la celebración de todos los santos que este 1 y 2 de noviembre recordando a una multitud de santos que fueron gente corriente como nosotros pero que vivió de manera sencilla y que han comunicado paz y fueron auténticos, compasivos, solidarios y entregaron la vida generosamente.
Reiteró que los santos fueron como nosotros, pero vivieron en la confianza, y creyeron en la alegría del evangelio, no es una alegría barata como la que vende el mercado, sino la alegría de aquel que antes de subir al cielo nos dejó la alegría que nadie puede arrebatar.
“Dios quiere nuestra felicidad, no solo para después de la muerte, también la felicidad en esta vida, pero que se construye solo en el amor, no el odio, no en intriga, no en mentira, no en manipulaciones políticas sucias, que no deja más que tristeza y angustias, esas no son las bienaventuranzas”, agregó el prelado.
Además aprovechó para felicitar a los médicos, doctoras, enfermeros y enfermeras, personal de salud y a todos los voluntarios que están ayudando en ocasión de esta pandemia.
Asimismo, felicitó aquellos a los que tienen que soportar por amor, las burlas, criticas, calumnias, maledicencias y a los que no pactan con la mentira.
“Felicitamos a los que son sensibles, a los que les afecta el sufrimiento ajeno, aunque no sea el suyo, felicitamos a los que defienden y son voz a cuáles aquellos los poderosos han silenciado”, señaló.