La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ha emitido advertencias claras sobre este método, señalando que descongelar a temperatura ambiente no solo es ineficaz, sino peligroso. Al hacerlo, los alimentos quedan expuestos a temperaturas que favorecen el crecimiento de bacterias y otros microorganismos dañinos.
Por Infobae
La razón principal de esta advertencia radica en la forma en que los alimentos se descongelan cuando se dejan fuera de la nevera. La descongelación ocurre de manera desigual: la superficie del alimento, que está en contacto con el aire, se calienta mucho más rápido que el interior, que sigue congelado. Esto crea una zona de temperatura peligrosa en la parte exterior, donde las bacterias pueden proliferar.
Dejar los alimentos en la mesada durante varias horas para que se descongelen por completo aumenta considerablemente las probabilidades de que se desarrollen patógenos, como la Salmonella o el E. coli, que pueden causar intoxicaciones alimentarias graves.
Por ejemplo, un trozo de carne o pollo congelado puede comenzar a alcanzar temperaturas de riesgo —por encima de los 5°C (41°F)— en solo unas pocas horas. Esto convierte a la encimera en un punto ideal para que las bacterias se multipliquen. Además, algunas personas tienden a confiar en la apariencia del alimento o en el tiempo que lleva fuera, pero estos factores no son suficientes para asegurar que los alimentos estén completamente descongelados de manera segura.
Métodos seguros para descongelar alimentos
Afortunadamente, existen métodos mucho más seguros para descongelar alimentos sin comprometer la salud. El más recomendado por las autoridades sanitarias es descongelar en la heladera. Aunque este proceso es más lento, permite que los alimentos se descongelen a temperaturas seguras, generalmente entre 1°C y 4°C (34°F y 39°F). Al descongelar en el refrigerador, las bacterias tienen menos oportunidad de multiplicarse.
Por ejemplo, un pollo entero puede tardar varios días en descongelarse completamente en la heladera, pero este proceso es mucho más seguro que dejarlo fuera a temperatura ambiente. Para carne o aves más pequeñas, el proceso puede tardar entre 12 y 24 horas.
Un método alternativo y más rápido para descongelar alimentos es el uso de agua fría. Este método es eficaz cuando se necesita descongelar rápidamente alimentos como bifes, pollo o verduras congeladas. La clave para hacerlo de forma segura es colocar los alimentos en una bolsa hermética y luego sumergirla en un recipiente con agua fría, cambiando el agua cada 30 minutos para asegurarse de que se mantenga en una temperatura adecuada.
Este proceso suele tardar entre 1 y 3 horas, dependiendo del tamaño de los alimentos. No se recomienda usar agua caliente, ya que puede entrar en la zona de riesgo y favorecer el crecimiento bacteriano.
Otro método que, aunque rápido, requiere precaución es el uso del microondas. Muchos microondas modernos tienen una función especial de descongelación que permite hacerlo de manera eficiente. Sin embargo, este proceso debe ser vigilado para evitar que algunas partes del alimento se cocinen parcialmente mientras otras siguen congeladas. Es recomendable cocinar inmediatamente después de descongelar en el microondas para evitar cualquier riesgo de contaminación.
Peligros en lugares comunes para descongelar alimentos
Aunque la mesada es la opción más comúnmente utilizada, otras áreas en la casa también pueden parecer convenientes, pero son igualmente inseguras para descongelar alimentos. Según el Departamento de Agricultura (USDA, sigla en inglés), lugares como el sótano, el garaje, el automóvil e incluso el exterior deben evitarse, ya que las temperaturas fluctuantes en estos espacios pueden llevar a una descongelación irregular, similar a la que ocurre en la encimera.
El auto, por ejemplo, es un espacio que puede parecer inofensivo para dejar un almuerzo o una tarta congelada mientras se descongela. Sin embargo, los días calurosos pueden elevar rápidamente la temperatura dentro del vehículo, alcanzando niveles peligrosos en solo una hora. En el caso de un automóvil estacionado bajo el sol, la temperatura interna puede superar los 30°C (86°F), lo que es ideal para la proliferación de bacterias. Lo mismo ocurre si dejas los alimentos fuera en el jardín o en un lugar no refrigerado.
Aunque estos métodos pueden parecer convenientes, las temperaturas inestables de estos ambientes pueden provocar que los alimentos se descongelen parcialmente, dejando zonas donde las bacterias pueden desarrollarse sin ser detectadas.
Consejos para una descongelación segura
La planificación es esencial cuando se trata de descongelar alimentos de manera segura. En resumen, si tienes tiempo, la opción más confiable es la heladera. Si necesitas descongelar algo con urgencia, los métodos más seguros son el agua fría o el microondas. En cualquier caso, lo más importante es evitar dejar los alimentos a temperatura ambiente.
El tiempo de descongelación varía según el tipo de alimento, por lo que es importante tener en cuenta el tamaño y el grosor de los alimentos para planificar con antelación. Y, siempre que sea posible, trata de cocinar los alimentos inmediatamente después de descongelarlos.