Tegucigalpa – En una ceremonia cargada de simbolismo, la Iglesia Católica hondureña inauguró este domingo el Año Jubilar 2025, estableciendo dos importantes centros de peregrinación en la capital: la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel y la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa.
Durante la eucaristía, el arzobispo Nácher centró su mensaje en la importancia de la familia, coincidiendo con la celebración de la Sagrada Familia de Nazaret. «Sin familia no hay identidad y sin identidad no hay misión», expresó el líder religioso, vinculando la estructura familiar con el propósito espiritual de los fieles.
El mensaje pastoral abordó también la realidad migratoria que vive Honduras, señalando cómo la distancia física revela el verdadero valor de los lazos familiares.
«Muchos migrantes se dan cuenta de cuánto quieren a su familia hasta que están lejos de ella», reflexionó el arzobispo, estableciendo un paralelo entre el distanciamiento familiar y el alejamiento espiritual.
La arquidiócesis anunció que las diócesis del resto del país también designarán sus propios templos de peregrinación, permitiendo que los fieles de todo Honduras participen en las celebraciones y beneficios espirituales del Año Jubilar.
El arzobispo Nácher concluyó su homilía con un mensaje de esperanza, invitando a los feligreses a redescubrir su fe mediante la peregrinación espiritual.