Desde el año pasado, en el mundo se registró un brote global con 86.956 casos de viruela símica o Mpox, de los cuales más de 120 murieron. Y aún se mantiene la declaración de emergencia de salud pública de importancia internacional.
Por Infobae
Un equipo de investigadores de Bélgica postuló una hipótesis con respecto al brote de Mpox: ya habría terminado la “inmunidad de red”. Presentaron un trabajo en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas que se celebra en Copenhague, Dinamarca, esta semana.
La enfermedad es una infección viral causada por el virus Monkeypox en la que una persona desarrolla fiebre, fatiga, dolores musculares y una erupción cutánea que puede extenderse al cuerpo entero.
En 2022, se produjo un brote mundial de Mpox, una infección vírica de la que hasta entonces no se había documentado una transmisión sostenida de persona a persona fuera de África. Se produjeron más de 85.000 casos en todo el mundo. Los hombres que practican sexo con hombres han sido los más expuestos.
En mayo pasado se confirmó el brote. El primer grupo de casos se detectó en el Reino Unido, a partir de un paciente con antecedentes de viaje reciente desde Nigeria.
A partir del 18 de mayo, se notificaron casos en un número creciente de países y regiones, principalmente en Europa y América, pero también en Asia, África y Oceanía. Fue la primera vez que el Mpox se propaga ampliamente fuera de África Central y Occidental.
El 23 de julio, el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró el brote una emergencia de salud pública de importancia internacional. Pero las razones por las que el brote disminuyó durante los últimos meses no están claras.
El doctor Christophe Van Dijck, investigador del Instituto de Medicina Tropical de Amberes, en Bélgica, afirmó: “El rápido aumento de los casos en mayo de 2022 se debió probablemente a una transmisión viral eficaz durante el contacto sexual entre individuos con una alta rotación de parejas en una red sexual densa y geográficamente extendida”.
“El conocimiento insuficiente de la enfermedad, así como la transmisión asintomática y presintomática, pueden haber potenciado la propagación de la enfermedad”, comentó.
El posterior declive de la epidemia después de julio de 2022 sigue sin explicarse suficientemente. Las posibles razones incluyen una mayor concientización y un cambio de comportamiento en la población de riesgo y la adquisición de inmunidad inducida por la vacunación o la infección.
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