Inteligencia Artificial (IA) ha impulsado a Microsoft a convertirse en la empresa más valiosa del mundo, por encima de Apple. Será precisamente con IA que Microsoft probablemente lídere el proceso de transformación digital de la oficina, a través de Microsoft 365 y su correspondiente Copilot.
Especial de Laszlo Beke
Si a esto se le agrega el crecimiento de otras áreas, incluyendo la Nube Azure de Microsoft (potenciada por IA), se estima que para el año 2027 IA podría estar agregando US$50.000-US$100.000 millones anuales en ventas a Microsoft, lo cual representaría un jugoso retorno de la alianza con OpenAI. Por ello, parece importante analizar los componentes de esta estrategia.
Microsoft ha estado en la vanguardia de la competencia de Inteligencia Artificial en el mundo tecnológico, desde que firmó su emblemático acuerdo con OpenAI, el creador de ChatGPT. Dicha inversión hoy excede US$13.000 millones y le permitió a Microsoft tener el primer acceso y conocimiento de las tecnologías actuales y futuras. Los resultados de esta alianza se han comenzando a ver en las versiones actuales y próximas de productos de Microsoft, desde Github, a Bing, hasta M365. También ha elevado la posición relativa de Microsoft, frente a sus competidores directos, Amazon y Google. Por primera vez, desde 1990, Microsoft está siendo considerado el marcapasos de la próxima hola histórica de cambio en la tecnología.
Un poco de historia
La reingeniería de Microsoft para convertirse en una empresa de IA comenzó hace 10 años, no es un hecho de los últimos seis meses. Esa búsqueda de transformación de Microsoft incluyó la entrada en negocios como la Nube y en adquisiciones como LinkedIn y GitHub. IA ha llevado a Microsoft desde un valor mercado de US$300.000 millones a US$2.95 trillones, hasta pasar a ser la de mayor valor mercado de todas las corporaciones mundiales. Inteligencia Artificial puede llevarla mucho más allá. Por supuesto, es un campo en el que existen muchos riesgos, desde una desembocada desinformación, pasando por cambios mayores no previstos en el campo del empleo, hasta los escenarios en los cuales los humanos pudieran perder el control de IA.
Para 2016, los investigadores de Google habían descubierto que ingiriendo enormes cantidades de materiales creados por humanos podían entrenar un algoritmo para adivinar, con sorprendente precisión, las palabras ocultas en una secuencia de texto. A partir de allí ellos podían usar análisis estadístico para hilar nuevas combinaciones de palabras razonablemente coherentes. Google no le dio prioridad al proyecto, pero permitió (una situación común en el sector de la tecnología) que la información se compartiera con el mundo en un paper.
Entre las organizaciones que se aprovecharon de esta información estaba OpenAI, fundada en 2015. Viendo un cliente potencial interesante para la plataforma de Nube Azure, Microsoft le proveyó a lo joven empresa unos créditos gratuitos para tiempo de computadora. Al consumirse los créditos, OpenAI mudó el grueso de su trabajo a Google Cloud. Simultáneamente, OpenAI estaba trabajando en un modelo Grande de Lenguaje (LLM) denominado GPT, en español “transformadores generativos preentrenados”.
Satya Nadella, el CEO de Microsoft, estuvo impresionado desde un principio con el trabajo de OpenAI, pero él se consideraba alguien excitable, así que le pidió al CTO de Microsoft que visitara a OpenAI. Siendo escéptico inicialmente, este llegó a la conclusión que había claridad en la visión de OpenAI y que la data experimental mostraba que no se trataba de hipótesis no sustentadas. En este punto, Microsoft decidió desechar su propio LLM (Proyecto Turing) y en 2019 se llegó al acuerdo de una inversión de US$1.000 millones de Microsoft en OpenAI. Con ello OpenAI podía disponer de su infraestructura de computación para el futuro.
El primer Copilot – asistencia potenciada por IA
Menos de un año después, OpenAI tenía GPT-3. Su texto escrito todavía tendía frecuentemente a generar incoherencias. Sin embargo y sorprendentemente, a pesar no haber sido diseñado con ese propósito GPT-3 generaba con facilidad código de programación. Ello llevó a que GitHub (la plataforma para programadores de Microsoft) y OpenAI comenzaran a construir una herramienta diseñada para permitir que los ingenieros de software pudieran autogenerar código, describiendo aquello que deseaban en lenguaje natural y simple. Esta capacidad del bot excedió incluso las expectativas de Microsoft. Apareció como GitHub Copilot y en Junio del 2022 salió al mercado y era un producto que cambiaba-la-vida. En el momento en el cual los desarrolladores le dieron la bienvenida a una asistencia potenciada por IA, fue la primera ocasión en que se logró que IA se uniera a la fuerza de trabajo, por cuanto los programadores comenzaron a asociarse a Copilot para escribir un programa. Los clientes de Copilot utilizan la herramienta para generar el 46% del código en sus proyectos.
Buscador con Inteligencia Artificial – Bing
En 2021 y 2023, Microsoft terminó invirtiendo US$10.000 millones en OpenAI, extendiendo su asociación y asegurando acceso prioritario a la tecnología de OpenAI. Un poco después comenzó a mostrar productos que incorporaban GPT-4. La primera muestra fue una nueva versión de Bing, el buscador #2 del mercado, muy lejos de la posición de Google. Lanzado en un evento mayor, Bing demostró ser susceptible a “alucinaciones”. Su mal comportamiento sorprendió a Microsoft, y pudieron hacer ajustes rápidamente. Un mes después Google, para competir lanzó a Bard. Este también tuvo sus pequeños traspiés. Al final, no hubo mayor cambio en el mercado de buscadores, pero el esfuerzo puso a la gente a hablar de Bing.
Microsoft 365
En 2022, la tercera parte de los ingresos totales de Microsoft provinieron del segmento de “Productividad y Procesos de Negocios”. El grueso corresponde a Microsoft 365 (anteriormente conocido como Office), LinkedIn y Dynamics. De acuerdo a Gartner, Microsoft 365 tiene 84% de ese mercado, muy por encima de Google Workspace.
Hay tantos productos de Microsoft integrados e incrustados en tantas organizaciones que Inteligencia Artificial podría tener un impactos similar a la transformación que implicó la llegada de procesadores de palabras y de hojas de cálculo. Microsoft puede facilitar la vida de las personas y generar importantes ganancias de productividad para la sociedad.
Inteligencia Artificial pudiera adicionalmente resolver una de las mayores frustraciones, ya que los productos de Microsoft tiene tanto poder acumulado, que se les aprovecha en solo un 5%. La realidad es cada usuario aprovecha otro 5% diferente. La mejora de esta situación se pretende lograr con los Copilot, donde el de Github sirvió de referencia. Aparte de permitirle a los usuarios realizar ciertas tareas simplemente describiéndoselas, estos bots tienen acceso a toda la data de negocios que los usuarios generalmente luchar para conseguirla. El potencial de IA en las empresas es inmenso, pero también es alta la intolerancia a las imperfecciones en software de misión crítica. Así que esperan Microsoft les garantice el manejo seguro de la misma.
La realidad es que ni Microsoft puede anticipar cuanto usarán las personas los nuevos Copilots, aun cuando la expectativa es que el 80%-90% de los documentos empresariales eventualmente involucrarán un primer borrador producido por la máquina. Finalmente, IA Generativa pudiera llevar a experiencias transformadoras, que ni siquiera Microsoft puede imaginar o comprender hoy.
La Nube: Azure
Microsoft tambiéne estará en una posición de poder ofrecer acceso exclusivo a su infraestructura potenciada a través de su plataforma Azure, a otras empresas que están construyendo servicios de IA. Esta puede ser una ventaja diferenciadora y determinante con respecto a AWS de Amazon: Microsoft estará ganando dinero con muchos productos que no llevan su nombre.
El tema ético
Microsoft se tomó en serio el tema ético, antes que se convirtiera en una prioridad del sector. En 2018 Microsoft estableció seis principios para una IA responsable: responsabilidad, inclusión, confiabilidad, equidad, transparencia y seguridad. Al igual que OpenAI y otras empresas, Microsoft está de acuerdo con la intervención gubernamental en la forma de nuevas leyes que limiten lo que las empresas puedan hacer con la tecnología. Igual, opinan que el progreso más rápido pudira ocurrir con un código de ética voluntario de IA, el cual los gobiernos de Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea, la India y otros países han estado preparando.