Angeli Rose Gomez con sus hijo – Facebook
Una madre de Texas de dos estudiantes en la Escuela Primaria Robb se saltó el cordón policial y se coló dentro del colegio, rescatando a sus dos hijos durante el tiroteo masivo del martes en Uvalde, según ‘ The Wall Street Journal‘.
Angeli Rose Gómez, de 40 años, condujo 50 kilómetros desde su trabajo hasta el colegio cuando se enteró del tiroteo y al llegar vio una aparente falta de respuesta por parte de las fuerzas de seguridad. Por ello, pasó el cordón policial, saltó la valla del centro y se coló dentro para rescatar a sus dos hijos, estudiantes de segundo y tercer curso. «La policía no estaba haciendo nada», dijo Gómez a ‘The Journal’. «Simplemente estaban parados fuera de la cerca.
No iban a entrar ni a ir ningún lado».
En las horas posteriores a la masacre han surgido informaciones escalofriantes de padres que empujaron a los agentes para rescatar a sus hijos por cualquier medio, y sus esfuerzos se volvieron cada vez más terribles a medida que el atacante permanecía dentro de la escuela.
Los fuerzas de seguridad han dado versiones contradictorias de lo que sucedió durante los 40 minutos que el pistolero estuvo dentro, mientras grupos de policías permanecían fuera.
Según ‘The Wall Street Journal’, los agentes federales esposaron a Gómez por «intervenir en una escena de crimen activa», mientras ella y otros padres exigían que los oficiales entraran en la escuela. Uno de ellos incluso fue rociado con pimienta cuando intentaba acceder al colegio. Gómez persuadió a los agentes de la ley de Uvalde para que la liberaran y cuando lo logró se alejó de la multitud. Luego saltó la cerca, corrió dentro de la escuela para coger a sus hijos y salió con ellos con vida.
El jefe de policía de Uvalde dijo el jueves que los oficiales respondieron al tiroteo en la Escuela Primaria Robb «en cuestión de minutos», pero no especificó si esos oficiales entraron al edificio de la escuela y atacaron al atacante en ese lapso de tiempo. El miércoles, el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, dijo que transcurrieron entre «40 minutos» y «una hora» entre el momento en que el tirador irrumpió en la escuela y cuando un agente de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. lo mató.