Tegucigalpa – La ministra Rixi Moncada defendió enérgicamente este miércoles la construcción de la nueva cárcel de máxima seguridad en Mocorón, tras una reunión con altos mandos militares posterior al cambio de mando en la Policía Militar del Orden Público (PMOP).
Su pronunciamiento llega en medio de crecientes protestas de pobladores de La Mosquitia contra el proyecto.
«Esa oposición hay que delimitarla bien», advirtió Moncada, sugiriendo que detrás de las protestas podrían existir intereses vinculados al crimen organizado.
La funcionaria argumentó que la zona ha sido históricamente utilizada como corredor para el narcotráfico, y que el Estado debe priorizar el bien común sobre intereses particulares.
La justificación del proyecto, según la ministra, se fundamenta en la urgente necesidad de centros penales de máxima seguridad en Honduras para prevenir y combatir la operación de células criminales.
Además, señaló la importancia de desarticular las redes delictivas que operaban desde dentro de las cárceles durante administraciones anteriores.
Moncada fue enfática al señalar que el proyecto forma parte de una estrategia más amplia para combatir el crimen organizado y sus vínculos con sectores oficiales, enmarcándolo como una decisión irrevocable del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad orientada al bienestar de las mayorías.
La construcción de esta megacárcel representa un paso significativo en la política de seguridad del gobierno actual, aunque continúa generando controversia entre la población local y diversos sectores de la sociedad hondureña que cuestionan su ubicación y pertinencia.
