Más del 80% de las edificaciones son anticuadas.
Por Infobae
Pese a que la NASA sigue enviando cohetes al espacio, monitorea un montón de misiones y lidera las mayores investigaciones y avances para volver a la Luna o llegar a Marte; lo cierto es que sus instalaciones empiezan a sufrir el deterioro por el paso del tiempo y, de hecho, muchas ya son consideradas como obsoletas.
Según Erik Weiser, director de la división de instalaciones y bienes raíces de la NASA, un 83% de los edificios de la agencia están más allá de su vida útil y mantenerlos requiere un presupuesto multimillonario, por lo que se está evaluando la demolición de unas 700 estructuras con más de 50 años de antigüedad.
Sin embargo, Weiser alerta que el presupuesto de la agencia para mantenimiento y construcción está “totalmente desfinanciado”, por lo que no descarta que tome hasta 10 años deshacerse de estos edificios que ya no son necesarios para futuras misiones y cuya destrucción supondría un ahorro considerable.
Para el funcionario, la infraestructura de la NASA se encuentra en un “estado de deterioro creciente” y hay un desajuste entre lo que necesita para mantener o mejorar sus instalaciones.
Según estimaciones muy conservadoras, la brecha de mantenimiento es de 259 millones de dólares por año, aunque esta cifra se dispararía a los 600 millones si la NASA siguiera las prácticas de mantenimiento de la industria comercial.
Los fondos para el mantenimiento de las instalaciones provienen de partes dispares de la agencia espacial, gran parte depende de las direcciones de misiones específicas responsables de garantizar que las plataformas de lanzamiento, los bancos de pruebas y otras instalaciones estén en buenas condiciones para las operaciones. Otros recursos provienen de un fondo general de gastos generales.
La NASA también está entregando instalaciones excedentes a empresas comerciales para trasladar el costo de mantenimiento a otras entidades. Un par de ejemplos incluyen el arrendamiento de la plataforma de lanzamiento 39A de la NASA en el Centro Espacial Kennedy a SpaceX; y la entrega de la antigua pista de aterrizaje del transbordador espacial a Space Florida, una empresa destinada a atraer negocios aeroespaciales al estado.
Weiser hizo estas advertencias durante un panel encargado de examinar las instalaciones críticas, la fuerza laboral y la tecnología necesaria para lograr las metas y objetivos estratégicos a largo plazo de la NASA.
Dificultad para encontrar nuevos talentos
Es de gran preocupación para la NASA que el 83% de las instalaciones estén más allá de su vida útil, cuando el porcentaje de trabajadores de la agencia espacial elegibles para la jubilación se sitúa en 25%.
Según Weiser, la mayoría de estas estructuras tienen una condición de “marginal a pobre” y esto se convierte en un problema a la hora de reclutar personal, sobre todo de los talentos más jóvenes, que al momento de valorar dónde trabajar ven centros con la más alta tecnología y, al entrar en la NASA, sienten que han retrocedido 40 años en el pasado.
Kelly Elliott, directora interina de capital humano de la agencia, dijo que alrededor del 60% de los empleados trabajan en instalaciones envejecidas y esto representa un “riesgo significativo” para la fuerza laboral de la NASA.
Punto que apoya Weiser, quien aseguró que ante las nuevas instalaciones que han construido compañías como SpaceX y Blue Origin, “veo nuestras instalaciones y las amo, pero si quiero inspirar a la próxima generación de nuestra mano de obra, necesitamos mejores instalaciones”.