Reside en la capital de los Emiratos Árabes Unidos desde hace más de cuatro años, cuando puso rumbo al país para evitar que los escándalos relacionados con su patrimonio dañasen a la Corona.
Por El País
Convertido ya en su hogar, el padre de Felipe VI organiza desde el año pasado esta fiesta de cumpleaños a la que asisten sus amigos más fieles y cercanos, así como su familia —aunque con marcadas ausencias—. Se trata de una celebración convertida ya en tradición y que por segundo año ha terminado siendo portada de ¡Hola! con fotos exclusivas de la cita.
La revista publica este miércoles 22 de enero los detalles de la celebración, que acompaña con imágenes de posados y fotos más espontáneas de la fiesta de cumpleaños (que, en realidad, fueron dos). Por segundo año consecutivo, la publicación lleva a portada las fotos más familiares de la fiesta celebrada a 7.500 kilómetros de distancia. Sin embargo, hay un cambio significativo: en esta ocasión, el artículo lo firma Laurence Debray, escritora francesa, biógrafa del rey emérito y autora de Mi rey caído (2020) y de la futura biografía de don Juan Carlos, aún sin fecha de publicación.
“La celebración resultó tan gratificante que decidieron repetirla este año. ¿Se convertirá esto en una tradición?”, se pregunta la autora al inicio del texto. Un artículo en el que llega incluso a relatar detalles personales de la nueva vida de Juan Carlos I en Abu Dabi. “Este grupo de incondicionales quiere romper el aislamiento del Rey, quien tuvo que rehacer su vida en una pequeña isla. Solo su nieto Felipe, feliz de llevar una vida confidencial y organizada en torno al trabajo, los estudios y el deporte, le acompaña”, puntualiza. De hecho, Debray llega a calificar su marcha de España como una “expatriación”.
La fiesta comenzó un día antes de su cumpleaños, el sábado 4 de enero, cuando los invitados fueron llegando a cuenta gotas hasta al capital. La cita tuvo lugar en un restaurante chino del hotel Emirates Palace, donde se reunieron para una cena muy informal. El mago Drummond deleitó a los asistentes con sus trucos como mentalista y, como señala Debray, dejó “a todos boquiabiertos”. A medianoche, Juan Carlos I recibió un pequeño pastel —nada que ver con la gran tarta del año anterior que decidió cortar incluso con un sable— y unas velas que sopló mientras los presentes le cantaban el Cumpleaños feliz. Le acompañaron sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina; así como casi todos sus nietos: Felipe Juan Froilán, Victoria Federica de Marichalar, Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin, acompañados de sus respectivas parejas. Destacó la presencia de Juan Urquijo, hermano de Teresa Urquijo —por tanto, cuñado del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida— y pareja de Irene desde hace más de un año. Felipe VI fue el gran ausente de la noche. La biógrafa describe en ¡Hola! que Juan Carlos “lamenta en silencio” su ausencia, que no es ninguna sorpresa para nadie. Tampoco viajó la reina Sofía, con quien sigue casado pese a llevar años viviendo separados.
La gran celebración llegaría al día siguiente. La noche del 5 de enero comenzó con un espectáculo de flamenco, tal y como describe la biógrafa, autora también de las imágenes que acompañan la exclusiva: “Dado que no puede estar en España, España viene a él. El rey Juan Carlos aprecia profundamente esta música, que lo conmueve y que tanto extraña”. Después llegaría la sorpresa: 500 drones se desplegaron en el cielo al ritmo de la música de Paco de Lucía formando figuras como la bandera de España, una corona y otros momentos de la vida del emérito. Fue un regalo del jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, gran amigo de Juan Carlos. En esa celebración sí hubo una gran tarta que presidió la mesa y, tal y como marca la tradición y como ocurrió en 2024, don Juan Carlos se levantó de su asiento y la cortó con una espada. Aunque la fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche, el rey emérito abandonó el lugar pasada la medianoche. “Durante un fin de semana, dejó de ser ese hombre retirado, apartado de sus raíces y del afecto de los suyos. Sus amigos hicieron revivir España para él en la arena del Golfo Pérsico. Incluso a 5.000 kilómetros de su reino, sigue llevando a España en el corazón. Eso nadie se lo podrá arrebatar”, concluye la serie de textos de Debray.
A punto de cumplirse cinco años desde el comunicado en el que Juan Carlos informó sobre su marcha a Abu Dabi, sus visitas a España se han hecho cada vez más frecuentes. Si antes regresaba de manera esporádica, durante 2024 estuvo más presente que nunca. Sus viajes a Sanxenxo para participar en las tradicionales regatas, los compromisos familiares y la boda del alcalde de Madrid junto a Teresa Urquijo le hicieron regresar más de lo habitual hasta la fecha. De hecho, la biógrafa explica que su último traslado a la localidad gallega se canceló por la dana: “Dada la magnitud de la catástrofe, que lo afectó como a cualquier español, prefirió suspender el evento. Nadie tenía ánimo para disfrutar en el mar”. De momento, en lo que llevamos de 2025 no ha regresado a España, aunque se espera que lo haga para cumplir con sus compromisos con el mar.