Tegucigalpa – La Organización Meteorológica Mundial (OMM) anunció hoy que se ha declarado oficialmente el fenómeno de El Niño, debido a la detección de condiciones en el océano Pacífico tropical que muy probablemente causarán un aumento de las temperaturas y alteraciones meteorológicas este año.
Es la primera vez en siete años que se observan estas condiciones, lo que ha llevado a la comunidad científica a confirmar la presencia de El Niño.
Petteri Taalas, secretario general de la OMM y meteorólogo, advirtió que la aparición de El Niño aumentará considerablemente la probabilidad de romper nuevos récords de temperatura y de que se desencadene un calor más extremo en muchas partes del mundo, incluyendo el océano.
Se espera que las temperaturas se incrementen en los próximos tres meses y persistan hasta finales de 2023, con una intensidad que se estima como al menos moderada, aunque no se descarta la posibilidad de que sea un fenómeno severo.
Wilfran Moufouma, especialista en El Niño en la OMM, mencionó que se pronostican alteraciones como sequías en Australia, América y especialmente en Sudamérica. Esta declaración de la presencia de El Niño por parte de la OMM es una señal para que los gobiernos de todo el mundo inicien los preparativos necesarios para mitigar las consecuencias de este fenómeno en la salud, los ecosistemas y las economías.
La última vez que se observó un fenómeno de El Niño fue durante el periodo 2015-2016, cuando se registró el año más cálido globalmente. En cambio, las condiciones observadas entre 2018 y 2019 no cumplieron todas las características esperadas de El Niño, por lo que los científicos no llegaron a un consenso para declararlo como tal.
Ante esta situación, la OMM resalta la importancia de contar con sistemas de alerta temprana eficientes, los cuales pueden salvar vidas y medios de subsistencia.
Además, hace hincapié en que esta declaración es una llamada de atención sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para limitar el calentamiento global de acuerdo con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París de 2015.
El patrón climático de El Niño ocurre aproximadamente cada dos a siete años y suele durar de nueve a doce meses. Durante este periodo, se produce un calentamiento gradual del océano Pacífico, lo que provoca intensas lluvias en algunas regiones del mundo y sequías en otras.
Los Servicios Meteorológicos e Hidráulicos Nacionales se han comprometido a seguir de cerca la evolución de las condiciones de El Niño y las posibles consecuencias que puedan surgir a raíz de este fenómeno.
